Macri, secretamente incómodo con su delfín
Por Laura Di Marco - La Nación
Horacio, vos ganaste la Ciudad gracias a mí. ¡No te la creas!", chicanea, en tono de broma, Mauricio Macri cada vez que Horacio Rodríguez Larreta se jacta del alto porcentaje de aprobación que los porteños le otorgan a su gestión y que, a la vez, redunda en su imagen personal: desde hace varios meses, esas adhesiones rondan el 60%, un crédito que promete tomar un nuevo envión después del rotundo triunfo nacional de la marca Cambiemos. Con sutileza, el jefe porteño utiliza ese insumo político para la construcción nacional de su figura. El triunfo del 22 de octubre no sólo generó el tuit sin bozal de Elisa Carrió en el que promueve la reelección presidencial. También disparó, en la mente de algunos, el inconfesable sueño de la sucesión, en un lejano -aunque ya no inverosímil- 2023.