La reforma migratoria de Milei
¿Qué similitudes pueden trazarse entre la feroz reforma migratoria que concretó el Gobierno con el Decreto 366/25 y las políticas expulsivas del Gobierno estadounidense? Dos especialistas, desde el Centro de Estudios Legales y Sociales, ensayan una respuesta y un camino posible. Xenofobia institucional libertaria. Por Gabriela Figueroa. Por lo bajo, sin grandes anuncios, Javier Milei concretó una feroz reforma migratoria en Argentina por medio del Decreto 366/25 en mayo pasado. Quizás inspirado en los fuertes operativos de deportaciones de ICE, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, y con el anhelo de emular la xenofobia institucional de Donald Trump, publicó una norma que barrió con un consenso democrático, alcanzado en el Congreso con el acuerdo de todos los partidos políticos en 2003. La quita de derechos es amplia y alcanza la ley de Migración, de Educación Nacional, de Educación Superior, de Ciudadanía y es transversal a un gran cúmulo de derechos. ¿Cuál es el camino que marca esta política a la luz de la experiencia estadounidense?
Convocados por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y con la
moderación de la periodista Lucía Cholakian Herrera, los especialistas
Bárbara Hines, abogada estadounidense y defensora de migrantes en ese
país y Pablo Ceriani Cernadas, abogado e integrante del Comité de
Naciones Unidas para la protección de personas migrantes, trazaron un
paralelismo y ensayaron algunas respuestas.
La retórica del migrante criminal y terrorista de Trump
La
retórica del crimen migrante fue uno de los pilares de campaña de
Donald Trump. A sus votantes les prometió 10 millones de deportaciones
en un año y en los anuncios oficiales, asegura haber expulsado a 2
millones hasta el momento. No obstante, dice Bárbara Hines, las
organizaciones sociales informan que el número real es de 200 mil,
además de 60 mil que permanecen arrestados en cárceles que fueron
creadas con fondos privados, otro gran negocio del mandatario. “La
rapidez de lo que está pasando viene de un asesor de Trump, Steven
Miller. Comenzaron el primer día con el decreto y tratando de cerrar la
frontera”, asegura. Para Hines, a pesar de la promesa de campaña y del
discurso oficial, el presidente estadounidense no cumplirá con esa
promesa de campaña ya que necesita la mano de obra barata que son los
inmigrantes, sobre todo en el sector de la agricultura. Sin embargo, los
números que informa ICE están falseados. “No sabemos las estadísticas
porque todo lo que dice es mentira, incluso a los jueces les da las
cifras que son inventadas”. La política migratoria estadounidense, como
es de público conocimiento, escaló a un alto nivel punitivo. La ley
migratoria actual otorgó la posibilidad al Gobierno de cerrar las
fronteras, suspender el derecho de solicitar asilo e incluso, el
mandatario dejó entrever sus intenciones de retirar a ese país de los
compromisos asumidos en tratados de Derecho Internacional en relación al
tema. No solo se produjeron arrestos violentos, tanto en el espacio
público como en instituciones, sino con encarcelaciones de familias
enteras, expulsiones a terceros países que no son los de origen de los
deportados –como Paraguay y Belice, con quienes Trump firmó acuerdos
totalmente herméticos– y separaciones familiares. Entre las
justificaciones de Trump, explica Haine, se encuentra una gran falacia:
según él se encuentra comprometida la seguridad nacional y la salud
pública por una “invasión” de las fronteras del sur, excusa que ya se
había utilizado a nivel local en el estado de Texas donde se perfeccionó
el modus operandi de ICE a modo de globo de ensayo. “La Corte Suprema
de Estados Unidos es muy conservadora, le ha dado a Trump facultades muy
amplias y cada vez que una Corte inferior trata de parar lo que está
haciendo, cuando llega a la Corte Suprema, le devuelve ese poder de
hacer lo que quiera. Es una amenaza terrible para la democracia de los
Estados Unidos”, asegura la especialista, que también resalta una gran
contradicción: en muchos estados, Trump ganó con el voto latino, hoy
parte de la población más criminalizada.
La xenofobia institucional de Milei a la luz de Trump
“No
podemos comparar las medidas que mencionaba Bárbara Haine con los 5
metros de alambrados que hizo Bullrich en la frontera de Salta con
Bolivia pero sí podemos trazar las similitudes que se dan en cuanto a
las reformas normativas en Argentina y Estados Unidos que implican un
desprecio absoluto por el estado de derecho y por las reglas del sistema
democrático y republicano existente para sancionar o reformar la
legislación”, asegura el abogado Pablo Ceriani Cernadas. El hecho de que
Milei no haya logrado replicar un ICE argentino no le quita gravedad a
las reformas ni tampoco importancia al creciente temor con el que vive
la población migrante desde que el Decreto 366/25 fue publicado.








