Israel empuja a Estados Unidos a la guerra contra Irán
Netanyahu quiere convertir a Medio Oriente en un inmeso frente de batalla. Israel acelera su ofensiva en el Líbano y, a un mes de las elecciones en EE.UU., presiona a Washington para arrastrarlo a una enfrentamiento contra los iraníes. El conflicto bélico escala día a día. Por Juan Antonio Sanz- El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, remacha la ofensiva de su Ejército en el Líbano, al tiempo que se ve suficientemente respaldado por Estados Unidos y apoyado dentro de Israel para desatar en breve una dura represalia contra Irán, capaz de convertir Oriente Medio en un inmenso campo de batalla.
Mientras ultima los preparativos de esa represalia contra Irán, Israel
profundiza en su invasión del sur libanés con renovados bombardeos en
esta zona y sobre Beirut. Este jueves, el Ejército israelí lanzó el
ataque más duro contra el centro de la capital libanesa desde que
comenzó a bombardear el Líbano hace diez días. Ya son casi 2.000 las
víctimas mortales libanesas de esta ofensiva. Pero es hacia el este
hacia donde se giran todas las miradas, tras el ataque con casi 200
misiles lanzado por Irán el martes también contra territorio israelí.
Aunque la mayor parte de esos misiles fueron derribados antes de
alcanzar sus objetivos en Israel, Netanyahu ha considerado esta acción
como el punto de no retorno y una declaración de guerra en toda regla.
Queda
por ver la respuesta que puede dar Washington y el alcance de su apoyo a
Tel Aviv ante los reiterados intentos de Netanyahu de involucrar a
Estados Unidos en una guerra abierta con Teherán, cuando queda apenas un
mes para las elecciones presidenciales estadounidenses. Con los
comicios en ciernes, una guerra, aunque sea contra uno de los enemigos
jurados de Washington, no favorece a ninguno de los dos candidatos, la
vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump. Ambos son
abiertamente proisraelíes, pero no tienen ningún deseo de renunciar al
peso del voto musulmán. Tampoco querrían empezar su mandato cuando hay
otra contienda, en Ucrania, aún sin resolver y que está absorbiendo
ingentes recursos estadounidenses. Netanyahu quiere descabezar la cúpula
del poder iraní. Y una cosa es un ataque selectivo contra objetivos
predeterminados, para dañar algunas de sus infraestructuras críticas
iraníes en respuesta a la lluvia de misiles contra Israel, y otra
desatar una guerra abierta para derribar el régimen islámico y
reemplazar a su actual líder supremo, Alí Jameneí, como ha prometido
Netanyahu. La eliminación de Jameneí sería la siguiente tarea en el plan
trazado por el líder ultraderechista judío, tras la muerte por el
Ejército israelí del número uno de Hamas, Ismail Haniyeh, en la misma
Teherán y en el marco de la guerra de Israel en Gaza, y del asesinato
del máximo dirigente de Hezbolá, Hasán Nasrala, en Beirut, en el curso
de la actual ofensiva en el Líbano, donde opera ese grupo chií.