El PRO no sabe si arrodillarse; en La Libertad Avanza ya piensa en el sí
La propuesta indecente: ¿Hay matrimonio entre Mauricio Macri y Javier Milei? Si bien ya no hay episodios de choque frontal, el Presidente está ansioso por firmar la alianza parlamentaria con los amarillos. Qué es ese "horror" que frena al PRO a formalizar la relación. Por Werner Pertot. "Nadie se casa sin antes coger." Esa fue la frase que le dejó Mauricio Macri a Javier Milei en la primera de las muchas cenas que vienen teniendo en Olivos en lo que algunos opositores llaman "El Club de la Milanesa" (por el plato favorito del presidente en esos encuentros). Si bien ambos lograron mejorar la relación entre los dos espacios con respecto a momentos de choque total, el presidente parece ansioso por firmar una alianza que en el PRO piensan para un futuro más remoto. Por caso, Milei quiere ya un interbloque en Diputados y en el Senado entre La Libertad Avanza y el PRO, mientras que en el macrismo dejaron en claro que "eso será al final del camino, en todo caso, no al principio".
Lo que impide que se concrete ese interbloque es, entre otras cosas, el
horror (no hay una mejor palabra para describirlo) que le tienen los
dirigentes macristas a lo que es hoy el bloque de LLA, con sus internas a
cielo abierto, su difusión de chats, sus acusaciones hasta de extorsión
y de acopiar videos íntimos. Macri busca mantener una relación cordial
con Milei al tiempo que descarga sus críticas sobre su "entorno", es
decir, su hermana Karina Milei y, especialmente, su asesor Santiago
Caputo. El ex presidente va eligiendo cuando es el tiempo de pegar (como
hizo cuando sus bloques vertiginosamente pasaron de ser aliados
incondicionales a rechazar DNUs y aprobar cambios en las jubilaciones) y
cuando negociar (como cuando Macri coincilio y salió a apoyar el veto a
esa misma ley de movilidad jubilatoria). Augusto Timoteo Vandor, con su
frase de "pegar, para después negociar", estaría orgulloso. También es
sabido que Macri no toma decisiones sin mirar las encuestas y lo que
está viendo en las de Milei es probable que lo haya convencido de que es
mejor esperar antes de sellar una alianza con el actual mandatario. Por
eso, tanto él como su jefe de bloque en Diputados, Cristian Ritondo,
tuvieron encuentros con Milei donde todo fueron buenas intenciones. Pero
ante el pedido concreto de Milei de que formen un interbloque -algo que
en las entrevistas Milei da como un hecho que se concretará a la mayor
brevedad- lo que hay son dilasiones y postergaciones.
Una bolsa de... LLA
Uno
de los problemas principales que ven en el bloque del PRO para aliarse
en el Congreso son los problemas públicos y notorios que viene teniendo
en bloque oficialista, "una manga de impresentables", según definen
algunos en Casa Rosada. Solo en las últimas semanas:
La diputada
Lilia Lemoine dijo públicamente que su compañera de bloque Lourdes
Arrieta está loca ("No tiene todos los patitos en fila"). Ella abandonó
el bloque antes de que la echen. En el proceso, publicó una larga serie
de chats privados del bloque donde mostró como se había cocinado la
visita a Astiz & amigos. Además, Arrieta denunció por violencia de
género a uno de sus colegas y, en respuesta, filtraron audios
convenientemente editados de ella gritando en una reunión de bloque. La
diputada Marcela Pagano también acusó de "psiquiátrica" a Lemoine y dejó
entrever que ella tiene guardados videos íntimos de alguna persona con
mucho poder en la Rosada, sin dar nombres. En la campaña de 2020,
Lemoine admitió que ella y Milei fueron amantes.
Como respuesta,
Lemoine publicó chats privados donde se ve cómo se sacaban los ojos en
el WhatsApp del bloque ella y Pagano. Al igual que lo hizo en público,
Pagano la acusaba de acostarse con gente con poder, de filtrar
operaciones a sus compañeros de bloque en medios. Y Lemoine decía lo
mismo que Pagano.
El senador Francisco Paoltroni fue echado del
bloque, no sin que antes hubiera un entredicho con la vicepresidenta
Victoria Villarruel por una cuestión burocrática que le sirvió para
marcar su rechazo a la decisión. Lemoine, autoerigida en vocera
presidencial ad hoc, no pierde un día para atacar a la vicepresidenta.
Quizás
algunas de estas cosas son las que no entusiasman mucho a los
integrantes del PRO a compartir chats, estrategias parlamentarias y una
sola conducción con este grupo de seres de luz.
Amigos a distancia
En
el PRO, por el momento, se plantean una amistad pero a la distancia.
Una de las espadas de Macri en el Congreso lo define ante este diario
con bastante sinceridad: "No es lo mismo conducir a Silvia Lospennato o
Silvana Giudici que a gente como Lilia Lemoine, Marcela Pagano u otros
de ese bloque". Algunos piensan que entrar en mayores relaciones con un
bloque tan disfuncional solo puede perjudicarlos. Y no hay que minimizar
cuanto eso puede detener la fusión soñada con Milei. Los amarillos
describen la relación con el presidente como "buena, con altibajos".
Pero los altibajos no los asocian tanto a los estados de ánimo del
mandatario, sino "a su bloque: son ellos los primeros que no quieren
trabajar con nosotros", relata otro dirigente con peso en el Congreso a
este diario.
De hecho, Ritondo participó de una reunión la semana
anterior con Milei que fue en buenos términos, que vino después de una
cena de Macri y Milei que distendió -por el momento- la relación pública
entre los dos espacios. Los principales problemas en esa reunión no
pasaban, en ese caso, por la relación entre el PRO y LLA sino por todas
las internas de LLA que estaban expuestas a los cuatro vientos.
Esto
hizo que se enfríe muchísimo cualquier idea de un interbloque. De hecho,
a cada diputada o diputado del PRO que este diario le pregunta por el
tema, la primera respuesta que le sale es: "Vos viste lo que es ese
bloque...". Y va acompañada de una expresión que solo puede denotar algo
entre el estupor, la verguenza ajena y el terror (y eso que el PRO ha
tenido y tienen sus internas resonantes).
Pero, incluso salvadas las
distancias con lo que es hoy la "manga de impresentables" (de nuevo, en
la Rosada dixit), está claro que la orden de Macri es esperar y no
atarse al mástil de ningun barco que se pueda hundir. "Un interbloque es
al final del camino, no al principio", es la definición que prima hoy
en el PRO. El presidente sigue entusiasmado con la idea de anunciarlo en
los próximos días. Parece que nadie se animó todavía a avisarle.