Parate Historico en restaurantes
Los restaurantes, del lleno total a un parate histórico, Se frenó en seco el boom de clientes de los últimos 2 años. El INDEC reportó una baja de la demanda en enero, el primer dato negativo desde la pandemia. La cifra, con más del doble de inflación que en 2023, derrumbó la teoría de que la gente iba a los restos porque quería desprenderse de los pesos. El tarifazo de energía y la falta de plata, un golpe para los dueños de locales, que observan caídas de entre 20 y 50 por ciento en la asistencia. Por Leandro Renou. La foto cambió en menos de dos meses de manera radical y derrumbó varios mitos populares. Los restaurantes, que venían llenos en el último año y eran un fenómeno que muchos explicaban como “gente gastando los pesos” ante la inflación que le imposibilitaba otros consumos, se vaciaron a niveles históricos.
Aún con una inflación acumulada por el Gobierno de Javier Milei que
supera el 70 por ciento en los más de tres meses de llegada al poder y
es la más alta de los últimos dos arranques de gobiernos anteriores, el
consumo de restaurantes se desplomó y ya la gente no parece querer
desprenderse de los pesos. En pocas palabras, el fenómeno del boom de restaurantes y hoteles de
los últimos dos años tiene explicaciones más complejas, que involucran,
además de la marcha de los precios, la resistencia de los salarios y los
incentivos al consumo. Los números del parate y la caída se observan en
el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del INDEC que
confirmó que, en enero de este año, último dato disponible, el nivel de
actividad en Restaurantes y Hoteles (así se describe al rubro) fue 1 por
ciento menor al del igual mes del 2023, que había mostrado a la vez una
crecida del 10 por ciento contra enero del año previo. Esa caída
interanual tiene, además, otro condimento. También hay un derrumbe si se
la compara con los meses inmediatamente anteriores: en diciembre del
23, los asistentes a restos y hoteles habían crecido 9,5 interanual y un
8 por ciento en noviembre. Ese crecimiento, además, había sido una
mejora interanual sobre una base de comparación ya muy alta. La
referencia es que esos crecimientos de 9,5 y 8 se dieron contra
diciembre y noviembre del 2022, donde el crecimiento fue, a la vez, del
14 y el 23 por ciento, respectivamente. El asunto es que, según el
sector, lo peor se está viendo desde marzo, cuando arrancó la temporada
baja, sobre todo para hoteles, y donde los costos fijos que liberó el
gobierno de Milei, como tarifas, naftas y alimentos, está pegando de
lleno en paralelo al ajuste.
El derrumbe del consumo en restaurantes
es tan serio que para encontrar números negativos hay que irse a tiempos
pandémicos. Las últimas caídas del sector fueron en los primeros meses
del 2021 y desde allí hasta fines del 2023 no hubo ni una sola baja en
la demanda de restaurantes y hoteles en todo el país. "Para nosotros,
enero y febrero estuvieron, sobre todo en la provincia de Buenos Aires,
menos mal de lo esperado, pero ahora en marzo se viene lo más dificil",
dijo a Página/12 Daniel Prieto, titular de la Asociación de Hoteles,
Restaurantes, Confiterías y Cafés (Ahrcc), quien resaltó que "el aumento
de los costos fijos está complicando mucho".
Tarifazo e historias
de dueños, Prieto detalló que "la gente ya no consume cosas caras, y
nosotros no podemos trasladar más costos a precios, por eso el aumento
de los costos fijos es un problema importante, se triplicaron o
cuadruplicaron". El empresario advirtió, además, sobre el impacto de la
suba de las tarifas de energía, que están golpeando duro.
Este diario
habló además con dueños de restaurantes que pidieron reserva y dan
datos que asustan: una caída en la demanda muy importante "y pocas veces
vista". Y sobre todo lo duro de afrontar tarifas de energía que
subieron hasta 400 por ciento. Hay locales en Capital Federal que, de
hecho, pasaron de pagar facturas de 500 mil pesos a entre 1,5 millones y
2,5 millones de pesos. "Hasta diciembre nos fue muy bien, después de
eso se vino todo abajo", graficaron las mismas fuentes.