Nuevo ataque del Presidente a la prensa
La libertad de expresión según Javier Milei. En un largo posteo en Twitter, el mandatario calificó al periodismo como un espacio “corrompido, ensuciado y prostituido”, y lo acusó de ejercer la “extorsión”, la “mentira, la difamación y la calumnia”. Sus amenazas a la prensa las enmarcó en el anuncio de “una nueva Doctrina de Política Exterior para la Argentina”, tras la visita de la generala Richardson. En nuevo ataque de furia, el presidente Javier Milei volvió a embestir contra la libertad de prensa. Calificó al periodismo como un espacio “corrompido, ensuciado y prostituido”, y lo acusó de ejercer la “extorsión”, la “mentira, la difamación y la calumnia”. Y como si fuera poco advirtió que la tarea de su gobierno con quienes ejercen el trabajo de comunicar será “bajarlos de la torre de marfil en la que creen que viven”.
“El periodismo se ha corrompido, ensuciado y prostituido al calor de los
sobres y la pauta oficial. La extorsión es moneda corriente. La
mentira, la difamación, la calumnia son algo frecuente también”, fustigó
sin ofrecer pruebas.
El texto fue titulado “Libertad de expresión.
Para todos” (SIC), y es una larga letanía de insultos,
descalificaciones, acusaciones sin pruebas y advertencias de
domesticación al ejercicio del periodismo.
El mensaje fue lanzado a
través de las redes sociales -el teatro de operaciones predilecto del
jefe de Estado cuando elige confrontar- solo horas después de una dura
jornada de críticas y cuestionamientos contra él y su ministro de
Economía, Luis “Toto” Caputo por el papelón de basar parte de su
política económica en mediciones de precios que resultaron ser falsas.
“Libertad
de expresión significa que nadie puede evitar que hablemos. Ni siquiera
los sagrados periodistas”, reprochó el Presidente, quien recibió duras
críticas después de sus dichos en una entrevista con Alejandro Fantino,
en la que apuntó directamente contra la periodista Romina Manguel y
deseó la quiebra de la Editorial Perfil.
Lo doblemente llamativo de
ese texto publicado esta mañana fue que el mandatario hizo sus
acusaciones y amenazas a la prensa enmarcándolas en lo que él denominó
“una nueva Doctrina de Política Exterior para la Argentina”, producto de
la visita de la jefa del comando sur de Estados Unidos, generala Laura
Richardson.
Para Milei, “el periodismo se ha acostumbrado, a lo largo
de las últimas décadas, a que deben ser tratados como profetas de la
verdad única e incontrastable, a los que no se puede criticar, ni
desmentir, ni corregir”.
Acusó que “si alguien osa cometer esa
imprudencia, es castigado al unísono por todos los miembros de la
corporación y sus agrupaciones”.
Consideró que quienes ejercen esa
profesión lo hacen con una “pretendida superioridad” y denunció que en
los medios de comunicación “la extorsión es moneda corriente”, al igual
que “la mentira, la difamación y la calumnia”.
Recriminó que “primero
te pegan y después te pasan la factura” con “cifras siderales”, y luego
sostuvo que “la mayoría de los que pagan” esas supuestas exigencias son
dirigentes políticos que luego “quedan presos de su propia trampa, ya
que nunca pueden contestar los ataques a riesgo de que expongan sus
negocios”.
Luego aseguró que los dirigentes de su espacio político
“no le debemos nada a nadie” y “no tenemos negocios con nadie”, y
sostuvo que por esa razón “no nos vamos a quedar callados frente a las
operaciones, la mentira, la calumnia, la injuria o la difamación” en la
información que se publica sobre las acciones de Gobierno.
“Vamos a
contestar. Vamos a decir nuestra verdad. Vamos a bajarlos de esa Torre
de Marfil en la que creen que viven”, amenazó al final.