Tras aumentarse el sueldo, Milei echó a su secretario de Trabajo
El Presidente dijo en una entrevista televisiva que le pidió la renuncia a Omar Yasín, a quien responsabilizó por el aumento de casi el 50 por ciento en su salario y el de los miembros de su gabinete durante enero y febrero. Esa suba salió por un decreto que llevó la firma del propio Milei. El presidente Javier Milei anunció que “despidió” del cargo al secretario de Trabajo, Omar Yasín. Lo responsabilizó del desaguisado de los aumentos que él mismo, como jefe de Estado, autorizó (y luego retrotrajo) para el personal jerárquico del Gobierno. “No debió haber cometido ese error”, sentenció.
Durante una entrevista por el canal LN+, el jefe de Estado narró su
singular versión de lo ocurrido. Dijo que en enero “se dio una orden de
no aplicar aumento a los cargos jerárquicos” porque “al ajuste lo pagan
todos”, incluidos los funcionarios.
Explicó que ese aumento fue
producto del ajuste paritario que estableció una suba de salarios en los
estatales y volvió a responsabilizar de ello a un decreto de Cristina
Kirchner, que en las últimas horas quedó claro que no fue así.
Milei,
no obstante, insistió con desligarse de toda responsabilidad al
respecto pero admitió que el sábado emitió un decreto para retrotraer
ese aumento y reveló que, como consecuencia de ese desaguisado, despidió
al secretario de Trabajo, Omar Yasín.
“Lo he despedido. En este
momento lo están notificando. Fue por este error que no debió haber
cometido. Esto fue aclarado en enero, cuando el consenso de todos los
ministros fue que quedaríamos con los sueldos congelados”, afirmó.
Luego
volvió a responsabilizar a la expresidenta Cristina Kirchner por el
decreto que aumentó los sueldos del personal de gobierno más alto,
aunque después se desdijo de ello.
Lo que no explicó Milei: su firma en el decreto
Entre
la decisión de echar a Yasín y sus múltiples justificaciones, el
Presidente evitó aclarar por qué aparece su firma en el decreto 206/24
del 28 de febrero que otorgó un aumento salarial del 48% para él mismo y
sus ministros. Las opciones son que no haya leído lo que firmó, que
alguien le falsificó la firma o que directamente firmó el decreto a
sabiendas.