Cacería, palos y gases
Ante la protesta social contra el proyecto insignia de Milei, el Gobierno desplegó un operativo desmedido que terminó con decenas de heridos y al menos tres detenidos. Gendarmes y policías federales no se limitaron a despejar las calles, sino que arremetieron sobre los manifestantes que se replegaron sobre las veredas y la Plaza. La cacería no discriminó a diputados, jubilados, periodistas ni fotógrafos. Patricia Bullrich lo hizo de nuevo, aunque esta vez fue aún más lejos. En las inmediaciones del Congreso volvieron a verse gendarmes golpeando jubilados, efectivos de la Policía Federal disparando a mansalva con balas de goma sobre manifestantes y agresiones físicas sobre periodistas y fotógrafos y hasta contra algunos de los diputados que bajaron desde el recinto a la calle para intentar frenar el circo represivo. El gas pimienta disparado a los ojos de militantes de a pie fue el protagonista de la jornada, junto a la motorizada de la PFA (el Grupo GOM), la elegida esta vez para ir al choque.