Milei cae por goteo en las encuestas
Milei cae por goteo en las encuestas y no puede torcer el escenario de polarización. Más del 54% rechaza el DNU y su imagen positiva cayó al 44%. Sin embargo, los analistas sostienen que la mayoría de sus votantes todavía tiene expectativa. El impacto de la crisis. Por: Tatiana Scorciapino. Desde que llegó a la Casa Rosada, Javier Milei dedica su tiempo a cumplir con su plan motosierra. Mediante la presentación de un Decreto de Necesidad y Urgencia y una ley ómnibus espejo que llegó al Congreso esta semana, el libertario se dispone a avanzar con el supuesto libre juego de mercado. En las tres semanas que lleva su presidencia, el mandatario presentó la modificación de más de trescientas leyes y regulaciones del ámbito económico, tributario, civil y electoral.
Desde la habilitación del blanqueo sin penalidades, pasando por la
privatización de todas las empresas estatales y la suba de retenciones a
todas las industrias, la nueva versión del achicamiento del Estado
buscará «agrandar la nación» de algunos empresarios. Y sus billeteras.
El último informe presentado por la consultora Zubán – Córdoba expone
que el 54,3% de los encuestados advierte que la dirección tomada por el
gobierno no es la correcta, mientras que otro 51,9% admitió que las
medidas adoptadas lo afectan de manera directa y que no apoyan a la
nueva gestión. En tanto, el 56,1% califica el DNU como inconstitucional y
considera que tanto el Congreso como la Justicia deberían trabajar en
pos de su derogación. Aunque desde el gobierno miran con cautela estos
números, la deserción expuesta por los encuestados no concreta, aún, un
escenario de reducción considerable de apoyos. Sobre este punto, el
sociólogo y director Proyección Consultores, Manuel Zunino, profundiza:
“Javier Milei todavía mantiene un considerable nivel de aprobación en
sus votantes que es posible que se mantenga por un tiempo porque, en
general, la sociedad tiene un margen de tolerancia para iniciar las
evaluaciones de los nuevos gobiernos.” En sintonía, el director de la
consultora Equis, Artemio López expone: “Este gobierno tiene soporte
social y esto queda en evidencia en la aceptación de las medidas
anunciadas en los últimos días, donde los porcentajes replican las
preferencias electorales.” Sin embargo, el sociólogo entiende que este
es el momento de mayor legitimidad que tendrá la nueva gestión.
“A
medida que la crisis se desplace, la diferencia entre quienes apoyan y
quienes resisten se irá estrechando y aumentará notablemente el rechazo.
Aunque para llegar a ese punto restan algunos meses, todavía hay mucha
expectativa”, explica. A pesar de contar con un considerable margen de
tolerancia en algunos sectores, la medición de la imagen positiva del
presidente es más baja que la que suele construirse durante los primeros
cien días de gobierno. El informe mencionado advierte que el libertario
tiene 44,1% de aceptación, un índice lejano a los que supieron cultivar
Alberto Fernández y Mauricio Macri al inicio de su gestión, con picos
de 75% y 70% de aceptación respectivamente. Sobre este punto, López
expone: “Esta fue una elección muy polarizada. Por eso era de esperar
que no aumentara su imagen positiva. El presidente no tendrá un período
de ‘luna de miel’ porque hay un sector que lo rechaza fuertemente. Este
fenómeno sólo se dará dentro de su propio núcleo de votantes, quienes no
lo votaron están aún más enojados que antes.”
Zunino acuerda con su
colega y advierte que este bajo crecimiento se debe, además, a la
decisión del presidente de no ampliar su base de aliados. “El tipo de
comunicación de Javier Milei es propia de una campaña electoral, pero no
de un gobierno. Si bien invita a ciertos grupos a que acompañen sus
ideas, a quienes se niegan a acompañarlo los convierte en enemigos. La
decisión de no buscar consensos con ningún espacio impide que aumente su
imagen positiva. Sin embargo, esto parece no materializarse como un
problema para el presidente. Es estratégico que mantenga su discurso
“anti casta”, porque continúa con su narrativa y consolida a sus
votantes mientras no se sientan afectados económicamente”, analiza.
Es
sobre este último punto que el libertario podría autogenerar su propio
cisne negro. La devaluación del 118% anunciada por el ministro de
economía, Luis Caputo, en la primera semana de gestión, concretó un
aumento desmedido de la inflación, que algunas consultoras ya posicionan
por arriba del 25% sólo para el mes de diciembre. Estos porcentajes,
que se encaminan a empatar a índices históricos, afectan de manera
directa a todo el espectro social y consolidan el panorama de
estanflación que el propio presidente adelantó tras ser electo. Con este
escenario, Zunino advierte que cerca del 80% de los votantes de Milei
cree que el ajuste va a afectar de manera directa en su vida diaria. Sin
embargo, dice el consultor, «todavía hay un sector que está dispuesto a
hacer ese “sacrificio” y entiende como necesaria la idea de la
retribución por una vida no merecida».
“Al igual que todos los
gobiernos, el de Milei será evaluado por los resultados económicos. Y
para que el impacto se sienta en sus votantes va a llevar más tiempo.
Las mediciones indican que el grueso de los encuestadores entiende que
los responsables de la situación económica son Alberto Fernández y
Mauricio Macri. Todavía no ven al presidente como responsable”,
advierte. De esta forma, el especialista en análisis de Estado y
gobierno entiende que será el nivel de impacto de las medidas económicas
lo que diagrame el futuro de la gestión. En consonancia, López advierte
que lo mismo sucederá con el recibimiento social frente al primer paro
general de la CGT a sólo un mes y medio de gestión. “La decisión de la
Confederación tuvo el mismo ritmo que tuvieron los avances de las
políticas económicas, pero serán las preferencias electorales las que
ordenen el recibimiento de esta movilización. Todavía no hay margen de
impacto económico para que sus propios votantes se sientan parte de los
afectados como para aliarse a un paro de estas características”,
explica.
El gobierno nacional tiene entre sus planes la presentación
de más proyectos de reformas para los próximos meses que buscará aprobar
con o sin el apoyo del Congreso. Mientras tanto, y a dos días del
inicio de las sesiones extraordinarias, el presidente cierra el año
junto a su hermana y su pareja en Mar del Plata, donde el clima costero
ayudará a ponerlo a tono de un enero que promete ser caliente.