Economistas respaldan a Massa
Más de 600 economistas rechazaron la dolarización de Milei y respaldaron a Massa. Entre los firmantes se encuentran Eduardo Basualdo, Ricardo Aronskind, Noemí Brenta, Mario Rapoport, Andrés Asiain y Roberto Feletti. Más de 600 economistas suscribieron una solicitada del colectivo EPPA (Economía Política para la Argentina) en respaldo a la candidatura presidencial del ministro de Economía, Sergio Massa (Unión por la Patria), y en rechazo a las «diversas propuestas» del postulante de La Libertad Avanza, Javier Milei, por entender que implican «salarios más bajos y cierre de empresas». «El 19 de noviembre de 2023 están en juego dos modelos de país», aseveraron los economistas, que advirtieron al respecto que «el único camino posible en esta etapa para comenzar a solucionar los problemas de Argentina pasa por una amplia unidad nacional con Sergio Massa como presidente de la Nación».
El texto reseña aspectos de las crisis económicas y la alta inflación
que, indica, «comenzaron en 1976 con la última dictadura cívico militar»
y recuerda que luego del 2001, «la salida no fue la dolarización». La
solicitada de EPPA lleva la firma, entre otros, de Eduardo Basualdo,
Ricardo Aronskind, Noemí Brenta, Mario Rapoport, Alejandro Rofman,
Andrés Asiaín, Mercedes D’Aleassandro, Sergio Chouza, Augusto Costa,
Mercedes Marcó del Pont, Itai Hagman, Alejandro Vanoli, Carlos Heller,
Roberto Feletti, Agustín D’Attellis, Paula Español y Cristian Girard.
«La
sociedad argentina tiene experimentado en carne propia lo que ocurre
con salarios y jubilaciones ante devaluaciones significativas del peso
respecto al dólar», señalaron los economistas, que plantearon que «la
hiperinflación del período 1989-1991 implicó una distribución del
ingreso tan regresiva que generó las condiciones para que su solución
fuera la principal preocupación de la sociedad», cuya respuesta fue «la
convertibilidad, por la que un peso equivaliera a un dólar». En ese
camino «se incautaron ahorros mediante el ‘Plan Bonex‘ y privatizaron
empresas públicas, como YPF, para contar con mayor cantidad de dólares» y
que cuando ya no hubo empresas públicas que vender «se recurrió a más
endeudamiento externo», además de «la apertura importadora
indiscriminada, medida que derivó en cierre de empresas y comercios,
mayor desempleo y pobreza».
«Así, el modelo implosionó en 2001 a
partir del descontento generalizado de la mayor parte de la sociedad»,
relataron, para agregar que «la salida no fue una dolarización, como
planteaban algunos sectores, sino la recuperación de la moneda nacional y
del crédito, con crecimiento, recomposición del salario y ordenamiento
macroeconómico».
A partir de entonces, indicaron, «vinieron los años
de crecimiento con Néstor y Cristina Kirchner, creación de empresas y
puestos de trabajo, incremento de salarios y jubilaciones y un período
de desendeudamiento, que luego fue revertido por (Mauricio) Macri».
«La
limitación que genera la deuda externa con el FMI que dejó Macri ha
condicionado mucho las posibilidades de crecimiento de la economía
durante estos años», advirtieron, para aclarar que son conscientes «de
que aún no se pudo revertir la reducción del salario real de los años
macristas, pero también de que la instauración del dólar como dinero de
curso legal, como propone Milei, o la consolidación de una economía
bimonetaria, implicaría previamente una megadevaluación que pulverizaría
salarios y jubilaciones, para luego desindustrializar el país, expandir
el desempleo y la pobreza».
Por tal razón, expresaron su apoyo a «un
plan de desarrollo inclusivo, que permita la generación de empleo, una
distribución del ingreso que otorgue oportunidades a todos y un nuevo
acuerdo con el FMI consistente y sostenible, como Sergio Massa propone y
comenzó a plasmar parcialmente en estos meses duros y de
desestabilización».