Terrorismo Financiero, dolar a 1040
Milei fomenta la corrida cambiaria y bancaria. A menos de dos semanas de la primera vuelta, el candidato de ultraderecha definió una estrategia de campaña para generar pánico financiero para sumar votos. Por Federico Kucher. Las declaraciones de Javier Milei de ayer aumentaron el ruido en el mercado y tuvieron la intención de sumar leña a las expectativas de devaluación. "Jamás en pesos, jamás en pesos. El peso es la moneda que emite el político argentino, por ende, no puede valer ni excremento, porque esas basuras no sirven ni para abono", dijo. No sólo ratificó su plan de dolarización sino que desalentó la renovación de los plazos fijos tanto de los ahorristas como de las empresas. Días antes había dicho que cuánto más alto esté el dólar, más fácil dolarizar. Para ello, la corrida sobre depósitos que impulsa es una movida en esta dirección. El dólar blue comenzó la semana con otro salto de precios, alcanzando un pico de 1040 pesos.
Milei realizó declaraciones incendiarias sobre el valor de la moneda
local, ratificó que pretende dolarizar la economía y potenció la corrida
cambiaria. La lógica detrás es la de impulsar el nivel de desorden
antes de las elecciones. Sus dichos promueven el clima de incertidumbre,
especulación y búsqueda de refugio.
En medio de estas fuertes
presiones por una devaluación del dólar oficial, el Banco Central
vendió reservas. Se desprendió de 70 millones de dólares en el mercado
de cambios oficial y acumula intervenciones por 246 millones en octubre.
La autoridad monetaria negocia para activar un nuevo tramo del swap con
China que le permitiría sumar poder de fuego por 5000 millones de
dólares.
El objetivo en el cortísimo plazo es evitar que el mercado
fuerce un ajuste del tipo de cambio mayorista y otra aceleración de las
tasas de inflación. Los ingresos de la población y la distribución
quedarán marcados a fuego por el resultado de esta disputa sobre la
devaluación del dólar oficial.
El discurso incendiario que comenzó a
elucubrar Milei en los últimos días contrasta con las declaraciones que
hacía a finales de agosto. Luego de las elecciones primarias, en la que
sacó casi el 30 por ciento de los votos, había dicho que Juntos por el
Cambio lo había tentado a hacer “reventar” el programa económico del
Gobierno, y se había negado. “Yo entiendo que para los políticos ganar
una elección sea importante, pero para mí, no es de cualquier modo.
Quiero ganar las elecciones, pero de modo limpio. Juntos por el Cambio,
con tal de conseguir un voto más, está dispuesto a arruinarle la vida a
los argentinos", había dicho en ese momento.