Crece la persecución en Jujuy
Crece la persecución en Jujuy: ordenan la detención de 42 manifestantes y la policía ingresó en la Universidad. El gobierno de Gerardo Morales avanza en Humahuaca sobre docentes, sindicalistas, indígenas y hasta empleados municipales. Todos manifestaron contra la Reforma. Los acusan de "sedición y privación de la libertad". En la UnJu ingresaron efectivos sin identificación mientras sesionaba el Consejo Superior violando la autonomía universitaria. Por: Guillermo Lavecchia Días después de la conferencia de prensa en la que el gobierno jujeño anunció que iban a encarar detenciones y allanamientos a quienes impulsaran cortes y manifestaciones contra la Reforma Constitucional exprés encarada por Gerardo Morales, empezaron las órdenes de prisión.
El miércoles fueron 22 pedidos en Humahuaca, de los cuales al menos 5
ya se concretaron, y este jueves se sumaron 20 más. Hay sindicalistas,
representantes de pueblos originarios y docentes. De hecho, este
miércoles a la tarde la policía jujeña ingresó en la Universidad
Nacional de Jujuy (UnJu), en plena reunión del Consejo Superior.
«Allanan
las casas de 22 personas que participaron de la marcha del 30/6 en
Humahuaca. Se los acusa de delitos gravísimos como sedición y privación
de la libertad, para que queden detenidas. El gobierno cumplió su
amenaza de criminalizar a referentes sociales e indígenas«, denunció el
miércoles el Centro de Estudios Legales y Sociales. Hoy se sumaron
nuevos pedidos de detenciones: «Continúan los allanamientos en Jujuy y
hay más de 40 órdenes de detención en las últimas horas. La mayor parte
de las personas que están siendo detenidas son referentes de diferentes
organizaciones sociales, sindicales, indígenas y políticas», remarcaron
en el CELS. La denuncia la hicieron algunos integrantes del Concejo
Deliberante de Humahuaca, en base a lo ocurrido el 1° de julio, cuando
el recinto trató la aprobación o rechazo a la Reforma de Morales. Esa
noche hubo una manifestación afuera y la respuesta de la policía con más
represión llegando a herir a manifestantes. Uno de ellos perdió un ojo.
Son tres las personas que perdieron un ojo ante ataques de fuerzas de
seguridad jujeñas en el último mes. «Pretenden hacer pasar esa
movilización por un intento de sedición y secuestro. La fiscalía y el
juez deciden criminalizar la protesta social –remarcaron desde el CELS–.
Ese día la policía de Jujuy reaccionó reprimiendo a quienes se
manifestaban: hubo personas heridas graves, entre ellas jóvenes que
perdieron la visión».
Detenidos, secuestros y allanamientos Las 22
personas sobre las que se libraron los pedidos de detenciones son de
Humahuaca. Fueron por orden del fiscal Enrique Alancay, que dictó
órdenes de detención para las siguientes personas por sedición y
privación ilegítima de la libertad.
Según el fiscal de la causa, el
pedido de allanamiento fue «para proceder al registro y secuestro de
elementos informáticos y celulares de uso personal de los imputados para
geolocalizarlos el día del hecho y cualquier otro elemento que tenga
relación con el delito investigado”.
«Mi hijo fue citado a la
policía sin un motivo preciso a las 10 de la mañana y directamente lo
metieron preso, luego al mediodía me entero que lo llevaron a San
Salvador de Jujuy –denunció a la prensa local Carola Zamboni, madre de
uno de los detenidos–. Está secuestrado, desaparecido porque yo no sé
adónde lo llevaron, en qué lo llevaron y quién lo llevó».
Al mismo
tiempo, la policía jujeña ingresó a la UnJu, violando la autonomía
universitaria. Horas antes el propio gobernador había amenazado con
expropiar la sede de la UBA en Tilcara acusando que desde ahí se
fomentaban los cortes.
Al momento que ingresaron los efectivos sin
identificación, la comunidad académica, docentes y organizaciones
estudiantiles estaban debatiendo el repudio a la Reforma de la
Constitución. También avanzaban en el pedido para que la institución sea
querellante ante la Justicia.
La universidad repudió el hecho:
«Estas acciones violentan la autonomía universitaria y la libertad de
cátedra. Los hechos revisten suma gravedad institucional y condicionan e
interfieren en las posibilidades de diálogo para la generación de
consensos y soluciones en momentos de alta sensibilidad y tensión
social».