Siguen los chispazos en UP
La estrategia de la «I»: el requisito que vuelve a tensionar la discusión interna de Unión por la Patria en Provincia. Tras el cierre de las alianzas, la coalición conformó su junta electoral a nivel bonaerense, que tendrá la facultad de validar o no las listas. El cristinismo y el massismo sostienen que cada candidato que compita en la PASO deberá armar su propia lista en los 135 distritos y en todas las categorías.. Por: Jorgelina Naveiro. Tras el cierre de alianzas, el frente Unión por la Patria a nivel bonaerense se reunió este jueves en La Plata para definir la conformación de la junta electoral y cuestiones reglamentarias de ese órgano que tendrá la facultad de aceptar o impugnar las listas luego del 24 de junio. Después de acordar que el piso para la integración de las listas una vez superada la PASO sea del 30%, el punto que tensiona la discusión ahora es la condición que impusieron el kirchnerismo y el massismo para la interna y es que cada candidato a gobernador deberá llevar lista completa en los 135 distritos de la provincia.
La Junta, que tuvo su primera reunión constitutiva en la la sede del PJ
platense en la capital provincial, quedó integrada por los ministros
bonaerenses Leonardo Nardini y Daniela Vilar, la senadora Teresa García,
el diputado provincial Mariano Cascallares y el vicejefe de Gabinete,
Juan Pablo De Jesús por el Partido Justicialista; los diputados Ramiro
Gutiérrez y Rubén Eslaiman por el Frente Renovador; la presidenta del
IPS, Marina Moretti, y la funcionaria de ANSES, Margarita Recalde, por
La Cámpora; y la dirigente Florencia De Luca por Nuevo Encuentro, según
confirmaron fuentes partidarias a Tiempo. Se especuló con la
incorporación a la mesa de Alberto Pérez, el ex jefe de Gabinete de
Daniel Scioli, pero todavía no está confirmado. Daniel Scioli y Tolosa
Paz tendrán que armar lista en los 135 distritos de la Provincia de
Buenos Aires.
El primer punto que había generado un arduo debate en
la previa a la inscripción de la alianza Unión por la Patria fue el piso
para que las minorías integren las listas legislativas en el Congreso
Nacional y la Legislatura provincial. Mientras el kirchnerismo buscaba
que ese número fuera del 40%, el sciolismo pedía que fuera de entre 20 y
25%. Finalmente se llegó a un acuerdo a regañadientes en el 30%, con la
inclusión del primer diputado en el cuarto lugar de la lista para los
perdedores. El mismo piso se fijó para la Legislatura bonaerense -aunque
en cada sección con un número en particular de acuerdo a la cantidad de
cargos- y también para las nóminas de concejales y consejeros
escolares.
El enojo por esa discusión quedó plasmado en el comunicado
lapidario que emitió el PJ bonaerense, en el que informó que aceptaba
el piso que imponían el presidente Alberto Fernández y el embajador en
Brasil, Daniel Scioli, para evitar que, como había advertido, el tema
terminara judicializándose. «Llama la atención la especial dedicación
que han puesto en la discusión sobre un diputado nacional más o uno
menos», señaló el texto firmado por el partido que lidera el diputado
Máximo Kirchner y agregó: «Ojalá hubieran puesto la misma dedicación y
esfuerzo en recuperar el poder adquisitivo de ciudadanos y ciudadanas,
en la administración de las reservas o en el acuerdo con el FMI».
El
segundo punto que no negoció el kirchnerismo y que tensiona la discusión
especialmente en los municipios es que cada candidato presente listas
completas en todas las categorías en la provincia: legisladores
nacionales, diputados y senadores provinciales, intendentes, concejales y
consejeros escolares. Lo que llaman el esquema de la I, la i latina,
que se contrapone con la estrategia de la Y griega que permite que dos
candidatos a gobernador, por ejemplo, lleven el mismo postulante a la
intendencia.
El requisito implica que tanto Scioli como la
precandidata a la Gobernación, la ministra de Desarrollo Social,
Victoria Tolosa Paz, deberán armar nóminas propias en todos los tramos
de la boleta. El punto más álgido está a nivel local, en los distritos,
ya que, por el piso que se acordó, la inclusión de los candidatos a
concejales que lleguen al piso podrían ser ubicados en la lista
definitiva recién en sexto o séptimo lugar, una ubicación no «entrable» a
los Concejos Deliberantes. «Es un un mecanismo expulsivo», consideraron
desde el sciolismo, aunque aseguran que, de todos modos, cuentan con
armado para ser alternativa en todos los distritos.