De Gustavo Arribas a Conte Grand
Paso a paso, el jury contra el juez que se negó a detener a Hugo y Pablo Moyano. El juez de Avellaneda enfrenta un juicio político impulsado por el procurador bonaerense poco después de desobedecer un pedido del propio Macri. Fue el primer juez que reveló la existencia de la mesa judicial. El veredicto será este jueves. "Podré haber cometido errores --dice-- pero no hay razón alguna para una destitución". La carta del Papa Francisco. Por Irina Hauser En los papeles, el juez de garantías de Avellaneda Luis Carzoglio enfrenta un juicio político por su modo de tramitar amparos, por un habeas corpus a favor de presos en comisarías, por dos allanamientos y denuncias de maltrato de empleados. Pero en los hechos se enfrenta a este proceso de destitución porque --subraya su defensa-- en octubre de 2018 se negó a detener a Hugo y Pablo Moyano frente a un pedido explícito de dos exintegrantes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), que hasta le mandaron un borrador con la orden de arresto.
Al hablar públicamente de lo ocurrido se convirtió en el primer
magistrado que reveló con claridad cómo funcionaba el aparato de
espionaje y armado de causas durante el gobierno de Mauricio Macri. Poco
después de ese episodio el procurador bonaerense, Julio Conte Grand,
reflotó viejas denuncias en su contra, algunas hasta de 2009, y en un
mes Carzoglio terminó suspendido. Después de cuatro años el proceso de
destitución comenzó la semana pasada y tendrá veredicto del jury este
jueves.
El lunes último, ya en la recta final de su enjuiciamiento,
Carzoglio recibió una carta del Papa Francisco en respuesta a un e-mail
suyo donde le contaba la situación que atraviesa. "Dr. Luis, querido
hermano, gracias por escribirme. Rezo por vos y tu esposa, por favor
háganlo por mí. Sigan adelante trabajando por el bien. Franternalmente
Francisco", decía el manuscrito. "Esperemos que el jury que me juzga
entienda el mensaje del Papa", dijo el juez en el banquillo. "Estoy
tranquilo porque dijimos y dimos todo con mi abogado, mostramos todas
las pruebas. El jueves termina una historia en la vida de Luis
Carzoglio, pero empieza otra: estaré trabajando donde sea, en la
Justicia, en la profesión, en la calle, pero siempre para construir",
señaló a Página/12.
El contexto Carzoglio acumulaba denuncias ante
la secretaría del jurado de enjuiciamiento de la provincia de Buenos
Aires desde hace más de 13 años, poco después de haber asumido el cargo
en 2008, y hasta diez años después. Esos expedientes no se movían, pero
estaban latentes. La prescripción está establecida a los cinco años para
las faltas y para los delitos, el período es igual al máximo de la pena
prevista. En ambos casos hay razones por las que se interrumpe el plazo
de prescripción y puede extenderse.
En 2018 el juzgado de
Avellaneda tramitaba una de las causas por supuesta asociación ilícita
en Independiente, cuando lo manejaban los Moyano. El fiscal Sebastián
Scalera pidió la detención de Pablo Moyano por presunto lavado de dinero
en el club. A cuento de este expediente aparecieron en su despacho
quien era jefe de Asuntos Jurídicos de la AFI, Juan Sebastián De
Stéfano, y quien se ocupaba de las Finanzas del organismo de
inteligencia, Fernando Di Pasquale. El mensaje fue clarísimo: "El
Presidente está obsesionado con Pablo Moyano. Espera su detención”, le
advirtieron. "¿Usted qué quiere?", lo tantearon, con esa pregunta que
podría explicar la presencia del hombre que manejaba la plata --léase
por entonces fondos reservados-- del organismo de los espías. Le
avisaron que le mandarían un borrador de la orden de detención tanto
para Hugo como para Pablo Moyano, y así ocurrió. El papel incluía hasta
indicaciones para allanamientos. Lo guardó en la caja fuerte del
juzgado.
El 16 de octubre de aquel año, mientras algunos medios de
comunicación daban como inminentes las detenciones de los sindicalistas
en medio de una campaña, Carzoglio rechazó el pedido del fiscal. Tiempo
después daría a conocer los pormenores de la visita que había recibido.
El 30 de octubre el jefe de los fiscales bonaerenses, Conte Grand
--exsecretario legal y técnico del gobierno de María Eugenia Vidal--
presentó un escrito para activar las denuncias contra el juez. El 5 de
diciembre el jurado, con votos de Cambiemos y de abogados de la
matrícula, lo suspendieron en un comienzo por 90 días que se
transformaron en cuatro años.
Una de las pruebas presentadas por el
representante del juez, el abogado Diego Raidan, es la declaración del
exdirector de la AFI, Gustavo Arribas, y su número dos, Silvia
Majdalani, ante la Comisión Bicameral de Inteligencia, donde
reconocieron la visita de De Stéfano y De Pasquale al juez de garantías.
El argumento era, en el contexto de ebullición social y amenaza de
flexibilización laboral, entre otras cosas, que querían saber qué
resolvería Carzoglio sobre los Moyano para estar preparados por si
habría un estallido frente a eso. Fue una afirmación asombrosa: es obvio
que ningún funcionario puede preguntarle a un juez cómo va a fallar ni
éste adelantarlo.
El emisario De Stéfano está procesado en la causa
donde se investiga la llamada "Gestapo antisindical", que comenzó con un
video hallado en la AFI por la exinterventora Cristina Caamaño donde se
podía ver y oír una reunión en la sede porteña del Banco Provincia con
presencia de exfuncionarios del gobierno de María Eugenia Vidal,
empresarios y exagentes de la AFI, donde hablaban de cómo armarle una
causa a otro sindicalista, en este caso de la UOCRA, Juan Pablo Pata
Medina, quien meses después quedó efectivamente detenido. El expediente
que estuvo a cargo del juez de La Plata Ernesto Kreplak fue catapultado a
Comodoro Py por obra del macrismo y la docilidad de los jueces
porteños, como las otras causas sobre espionaje de la misma época, entre
ellas otra que tocó a De Stéfano por hacer inteligencia ilegal sobre
funcionarios, dirigentes políticos y sociales, presos en la cárcel de
Ezeiza, entre otros. En el caso de la "Gestapo", la pesquisa se cortó
justo cuando escalaba hacia las autoridades políticas y también,
casualmente, salpicaba al procurador Conte Grand.
El impulso y armado
de causas contra sindicalistas así como la persecución de jueces que no
respondían directamente a sus mandatos, fueron dos características del
gobierno de Macri que con los años se hicieron más visibles, aunque la
mudanza de investigaciones a los tribunales de Retiro obturó el avance
de responsabilidades penales
La acusación
Con el impulso de Conte
Grand --uno de sus acusadores en el juicio político-- para desempolvar
viejos planteos y sumar otros, a Carzoglio se lo intenta responsabilizar
por tramitar amparos (especialmente de salud) presentados en su
juzgado, dictar medidas cautelares y después mandarlos a sorteo; se le
cuestionó el allanamiento al Colegio de Abogados de Avellaneda por la
posible destrucción de legajos en época de elecciones a pedido del
fiscal Mario Prieto; también la orden de allanamiento sin fecha cierta
(para que la fiscal la resolviera) en la investigación contra Elbio
Fernández, un desarmador de autos conocido como El Rey del Corte; otra
denuncia es por hacer lugar a habeas corpus de presos en la comisaría de
Avellaneda quinta donde estaban hacinados (pese a que a raíz del fallo
de la Corte Suprema conocido como "Verbitsky" están prohibidas las
detenciones en esos establecimientos) y conceder arresto domiciliario a
algunos detenidos; cuatro empleados alegaron maltrato.
A lo largo de
las audiencias que se desarrollaron desde la semana pasada, desfilaron
cerca de 60 testigos. Un aspecto que quedó a la vista es que muchas de
las decisiones cuestionadas de Carzoglio fueron revisadas por otros
tribunales y en algunos casos revertidas, es decir que funcionaron los
mecanismos propios del sistema judicial. En cuanto a los empleados,
fueron más los que declararon a su favor que en contra. Incluso quienes
lo denunciaron nunca se fueron del juzgado al menos hasta que el
magistrado fue suspendido.
El jury lo preside Hilda Kogan, la jueza
suprema bonaerense y está integrado por los diputados de Juntos, Ismael
Passaglia y Walter Carusso; las diputadas del Frente de Todos, Débora
Galán y Maite Alvado; y la senadora radical Erica Revilla, además de los
conjueces Juan Emilio Spinelli, Jorge Pablo Martínez, Pedro Jorge
Arbini Trujillo, Graciela Amione y Pablo Esteban Perrino. Carzoglio le
dijo a este diario: "Asumo errores pero no hay razón alguna para una
destitución".