Hoy es el comienzo de una nueva historia para ambos países
Alberto Fernández y Lula da Silva brindaron una conferencia conjunta en Casa Rosada. Tras la reunión entre ambos mandatarios, se firmaron convenios ligados a la integración científica, económica y financiera. "Estamos dando origen a un vínculo estratégico mucho más profundo, que durará por las próximas décadas", expresó Alberto Fernández. "Volví para hacer buenos acuerdos con Argentina", dijo Lula, en un discurso marcado por su fuerte respaldo al gobierno argentino. El presidente Alberto Fernández y su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, finalizaron a las 13 la reunión bilateral en la Casa Rosada y luego procedieron a firmar varios acuerdos de cooperación mutua y también a brindar una declaración a la prensa en el Salón Blanco.
Ambos jefes de Estado mantuvieron una reunión de aproximadamente una
hora, acompañados por los respectivos cancilleres, Santiago Cafiero y
Mauro Vieira, y los ministros de Economía de Economía, Sergio Massa y
Fernando Haddad, respectivamente.
Tras la reunión bilateral,
funcionarios y funcionarias de ambos países firmaron una carta de
intención con motivo del proyecto de integración para la producción y
para la defensa Argentina-Brasil; una declaración conjunta de los
Ministerios de Salud; un memorando de entendimiento entre el Ministerio
de Ciencia, Tecnología e Innovación sobre cooperación científica en
ciencia oceánica; un memorando de entendimiento sobre integración
económica y financiera y un acuerdo sobre cooperación antártica.
Tras la firma de convenios, ambos mandatarios suscribieron una declaración conjunta.
"Consolidar la democracia"
El
primero en hablar fue Alberto Fernández: "Estoy seguro que como
consecuencia de esta reunión estamos dando origen a un vínculo
estratégico mucho más profundo que durará por las próximas décadas. Lula
es un líder de la región y es un gran estadista. Lo he visto hace ya 20
años iniciar un proceso político en Brasil que sacó a millones de
personas brasileras de la pobreza"
Agregó sobre la relación entre
ambos países: "Siento que hoy cuando Argentina y Brasil cumplen 200 años
de relaciones diplomáticas estamos dando inicio a otra etapa. Nos
siguen vinculando exactamente los mismos problemas y las mismas
necesidades que teníamos en aquel entonces."
Luego se expresó sobre
los gobiernos liberales que presedieron a su gestión y a la de Lula:
"Por Brasil pasó Bolsonaro y por Argentina pasó Macri. Y los desafíos
que tenemos son muy parecidos. El primer desafío es consolidar la
democracia y las instituciones. Quiero que sepas querido amigo (a Lula)
que desde Argentina vamos a estar siempre a tu lado y no vamos a dejar
que ningún delirante ataque la democracia y las instituciones de Brasil.
Nuestros pueblos no quieren odio, quieren libertad y quieren diálogo.
Quieren bienestar y justicia y para eso vamos a seguir trabajando todo
este tiempo".
Alberto Fernández prosiguió: "Si hay algo que tenemos
en común con Lula es nuestra imagen de la necesidad de integrar a la
América Latina. Hemos hablado primero de la integración mayor de
nuestros países. Hemos hablado después de fortalecer y hacer más
eficiente el Mercosur. Hemos hablado también de volver a poner en marcha
el Unasur. Y hemos hablado también de aprovechar la reunión de mañana
para escucharnos a todos los líderes del continente en la reunión de
CELAC siempre con el propósito de favorecer la integración".
Y
concluyó: "Tenemos una historia que nos une, tenemos que profundizar
nuestros vínculos culturales. Tenemos que trabajar en la mejor calidad
de la salud de nuestros pueblos. Debemos trabajar también en organizar
un entramado energético que garantice el desarrollo de nuestros pueblos.
Hemos hablado de la posibilidad que el gas de Vaca Muerta llegue a
Brasil, así como la electricidad de Brasil llegue a nosotros".
"Un día de celebración"
A
su turno, el mandatario brasileño dijo que "hoy es un día de
celebración entre Brasil y Argentina. Primero de gratitud, jamás
olvidaré el gesto que tuvo el compañero Alberto Fernández al visitarme
cuando yo estaba detenido. Jamás olvidaré la solidaridad del pueblo
argentino. También es una celebración porque el primer país que visité
cuando gané las elecciones en 2003 fue Argentina. En aquel momento
quería hacer un gesto para los brasileños y los latinoamericanos de que
íbamos a construir una relación privilegiada con Latinoamérica y
Sudamérica. Y creo que vivimos el momento más importante de relación
entre los dos países durante ese primer mandato".
Agregó: "Cuando
vine a hacerle una visita al expresidente (Eduardo) Duhalde la relación
comercial entre Brasil y Argentina era de solamente 7.000 millones de
dólares. Ocho años después, cuando dejé la presidencia, era de 39.000
millones de dólares y en el gobierno de Dilma fuimos más allá de los
40.000. Eso fue muy importante porque Brasil vivía de espaldas a
Sudamérica y mirando hacia Europa. Logramos construir una relación tan
fuerte que Argentina llegó a ser el tercer socio comercial de Brasil".
"Hoy
estoy aquí para decirle al presidente de Argentina, a los ministros y a
la prensa que hoy recuperaremos una relación que jamás debería haber
sido detenida. Mi visita como primer viaje realizado a un país
extranjero después de haber asumido como presidente es para decirle a mi
amigo Alberto Fernández que vamos a reconstruir aquella relación de paz
y crecimiento para relanzar nuestras relaciones. Nuestros empresarios
ya lo entienden y deben entenderlo cada vez mejor el peso que tiene
Argentina para nosotros. Y los empresarios deben entender qué significa
Brasil para una buena relación entre Argentina y Brasil".
Luego se
refirió a las relaciones entre ambos países en materia educativa y
cultural: "Nuestras universidades deben estar más cercanas porque una
buena relación no es solo comercial, es también relación científico
tecnológica, cultural y principalmente política. Quiero decirles con
mucho orgullo que volví para hacer buenos acuerdos con Argentina, para
compartir la construcción de lo que falta construir, para ayudar a que
Brasil y Argentina puedan crecer económicamente, para que nuestros
pueblos puedan tener viviendas, para asegurar que nuestros pueblos
puedan comer por lo menos 3 veces por día, para que nuestros pueblos
puedan volver a estudiar, trabajar y tener acceso a la cultura".
También
se hizo un espacio para hablar del Mundial de Qatar y de la relación de
Bolsonaro con la Argentina: "Argentina terminó el 2022 con una
situación privilegiada. No solo en política y economía sino también en
el fútbol. Por primera vez hinché porque Argentina fuera campeona del
mundo porque creía que Messi no podía terminar su carrera sin ser
campeón del mundo. Lo fue, está bien, listo. Ahora se terminó, ahora le
toca a Brasil (risas en el público). Quiero pedir disculpas al pueblo
argentino por todas las groserías que el anterior presidente de Brasil,
que yo digo que es un genocida por la falta de cuidado que tuvo durante
la pandemia, le dijo al compañero Alberto Fernández. Brasil está
nuevamente de brazos abiertos para acoger a los compañeros argentinos".
Concluyó su discurso diciendo que "prometo que cuando termine mi mandato
la relación con Argentina será la mejor que pueda existir en todos los
países de América del Sur y América Latina. No por una cuestión de
preferencia sino porque Argentina es un gran país. Hoy es el comienzo de
una nueva historia. Estén seguros que Argentina será tratada con el
cariño y el respeto que siempre se mereció. Ni el fútbol nos dividirá".