Encuentran agrotóxicos en la leche de los tambos de Córdoba
El estudio de la becaria del Conicet Noelia Urseler, publicado en la revista científica Science of The Total Environment, confirmó el hallazgo de atrazina, un herbicida prohibido en más de 30 países por sus daños a la salud. ?Deja en claro la necesidad de tomar conciencia de su aplicación?, asegura. Por: Gastón Rodríguez (Tiempo Arg) El hallazgo en los tambos de la cuenca lechera de Córdoba de atrazina, un herbicida capaz de alterar las hormonas, prohibido en más de 30 países y desde hace casi 20 años vetado en la Unión Europea, es, cuanto menos, inquietante. El trabajo, publicado en la revista científica Science of The Total Environment, confirma en datos rigurosos lo que vienen sufriendo los pueblos fumigados de Argentina desde el arraigo del modelo agroindustrial.
?La importancia del estudio ?dice su responsable, la doctora y becaria
del Conicet Noelia Urseler? es que deja en claro la necesidad de
establecer algún tipo de normativa y que se tome conciencia de su
aplicación, no sé si prohibir su uso, pero si al menos restringirlo,
como sucede en otras partes del mundo?. El estudio encarado por Urseler
se propuso determinar la concentración de atrazina en aguas subterráneas
y leche bovina, ?así como los riesgos que puede presentar para la salud
humana?. Se analizaron 18 tambos de la llanura pampeana argentina, más
específicamente, los ubicados en cercanías de la localidad cordobesa de
Villa María. Los resultados fueron contundentes.
?La atrazina
?detalla el paper? se cuantificó en el 50 % de las muestras de agua
subterránea (en valores que oscilan entre 0,07 y 1,40 ?g/L) y en el 89 %
de las muestras de leche bovina (de 2,51 a 20,97 ?g/L). Además, los
niveles de atrazina en el 44,4 % de las muestras de agua subterránea y
el 11,1 % de las muestras de leche bovina (n = 18) excedieron los
límites establecidos internacionalmente como seguros para el consumo
humano?.
La investigadora admite que está ?sorprendida por la
detección de este herbicida en la leche, aun cuando había antecedentes
en otros países. Por eso queríamos saber qué pasaba en Argentina; hay
que tener en cuenta que los monitoreos los hicimos en los tanques fríos
de los tambos, es decir, en leche cruda sin pasteurización. Uno de los
objetivos es seguir evaluando esa leche cuando se le somete a la
pasteurización y llega a las góndolas?.
Cancerígeno
La atrazina
suele aplicarse en el control de las malezas, principalmente para maíz y
sorgo, durante el barbecho, esa época anterior a la siembra de los
cultivos. Es un herbicida muy persistente en el ambiente y también es
móvil, pudiéndose transportar con las lluvias, lo que le permite llegar a
las aguas subterráneas. Estudios científicos sobre las implicancias en
la salud probaron que se trata de un disruptor endocrino; en el caso de
las mujeres embarazadas puede provocar daño en el feto. El Departamento
de Toxicología de los Estados Unidos lo califica como un componente
cancerígeno.
?Es importante destacar ?dice Urseler? que las muestras
nos dieron valores bajos para implicar un riesgo en la salud de las
personas que consumen esa leche, sobre todo la población rural, pero no
por eso debemos pasar por alto que hoy, en la Argentina no existe
normativa que regule la presencia de atrazina en la leche ni en ningún
otro alimento?. ?Tienen que haber cambios ?insiste la investigadora? en
la aplicación de este compuesto; las personas encargadas de regular y
controlar deben tomar cartas en el asunto y así empezar a pensar un
cuidado más sostenible del medio ambiente?.