Moritán y el empeño por destruir los símbolos del peronismo
Artistas plásticos, urbanistas y políticos salieron al cruce de la insólita iniciativa antipiquetera del legislador de JxC. El edificio es el primer rascacielos porteño e icono peronista. Por Silvina Friera. De diseño racionalista se inauguró en 1936, tiene 93 metros de altura y 22 pisos, "es un ejemplo de arquitectura de primerísimo nivel”. Gorilas: Prohibir, proscribir y demoler. El universo semántico y político de Juntos por el Cambio engendra violencia y multiplica odio. “Hay un empeño por destruir los símbolos que tienen que ver con el peronismo”, afirma el artista plástico Daniel Santoro sobre el insólito proyecto de ley que presentó el mediático legislador porteño de Republicanos Unidos, Roberto García Moritán, con el que busca extirpar del paisaje urbano el emblemático edificio donde funciona el Ministerio de Desarrollo Social, ubicado sobre la Avenida 9 de julio, “para mejorar la circulación y disminuir los piquetes”.
No es casual que la propuesta la haya presentado el 31 de agosto, el
mismo día del histórico renunciamiento de Evita en 1951, cuando anunció
su “irrevocable decisión” de renunciar a la candidatura como
vicepresidenta de la nación.
El proyecto
García Moritán comunicó
su propuesta en Twitter: “Acabo de presentar un proyecto de ley para
demoler el edificio de Desarrollo Social ubicado en la 9 de Julio. En lo
que va del año hubo más de 600 piquetes y cortes en la CABA por culpa
de Nación. Resuelvan sus conflictos en otro lado y no le jodan la vida a
los demás”, escribió Moritán, quien ingresó a la Legislatura porteña en
la lista de Ricardo López Murphy e integra el espacio de Juntos por el
Cambio. En los últimos meses, en el marco de un duro contexto económico
para los sectores populares, distintas organizaciones sociales
impulsaron manifestaciones y acampes en el Ministerio de Desarrollo
Social para reclamar más planes sociales y asistencia a los comedores
comunitarios, entre otras demandas. En junio, en una protesta organizada
por el Polo Obrero, el mediático legislador se acercó a un grupo de
mujeres y fue increpado por varios manifestantes y dirigentes por ser
“antipiquetero”.
El articulado de la iniciativa informa cuál será el
uso que se hará del espacio. “El terreno será destinado a la ampliación
de la Avenida 9 de Julio para el mejoramiento del tránsito”. Según el
texto presentado, el Poder Ejecutivo debería solicitar al Banco Ciudad
de Buenos Aires la tasación de los bienes dentro de los 30 días de
entrada en vigencia de la ley, en caso de ser aprobada, y esa entidad
tendría 90 días más para realizar las asignaciones de valor. El
legislador de Juntos por el Cambio propone también que la Ciudad se
tenga que presentar ante “la autoridad competente” para darle a conocer
los términos de la demolición y ofrecerle la indemnización que
corresponda. “Los gastos que demande el cumplimiento de la presente ley
se imputarán mediante reasignación de partidas correspondientes al año
en curso”, se expresa en el último artículo del proyecto.
Patrimonio
urbano El inmueble de diseño racionalista que el mediático legislador
quiere eliminar de la trama urbana se inauguró en 1936 y fue la sede del
entonces Ministerio de Obras Públicas (MOP). Considerado el primer
rascacielos de la ciudad, está ubicado entre las avenidas Belgrano y
Moreno, tiene 93 metros de altura y 22 pisos. Hernán Bisman, editor y
curador de arquitectura, señala que el edificio donde funcionó el
Ministerio de Obras Públicas es “un ejemplo de arquitectura racionalista
de primerísimo nivel”. “El cariño al patrimonio clásico se fue
consolidando en los últimos tiempos en la población y en los gobiernos.
Ya está mal visto y es condenado socialmente demoler un edificio de
arquitectura clásica. Es una locura en términos culturales, una
barbaridad en términos intelectuales y de ninguna manera me parece
razonable. Sería un delirio y una gran pérdida para el patrimonio de la
Ciudad”, fundamenta Bisman.
En 2010, la entonces presidenta Cristina
Fernández de Kirchner declaró a Eva Perón “Mujer del Bicentenario” y
decidió instalar dos imágenes icónicas en las fachadas norte y sur del
edificio del Ministerio de Desarrollo Social, llamadas “Eva de los
Humildes” y “Eva”, realizadas por el escultor Alejandro Marmo, con la
colaboración del artista plástico Daniel Santoro. Durante los cuatro
años del macrismo las imágenes de Evita permanecieron apagadas y nunca
hubo una explicación oficial sobre los motivos por los cuales se tomó
esa decisión, aunque el argumento extraoficial alegado era “la necesidad
del ahorro de energía”.