Avanza el proyecto del Gobierno para otorgar un nuevo IFE
El ministro de Economía, Martín Guzmán avanza en el proyecto de Ley para obtener fondos que permitan ayudar a los trabajadores informales o monotributistas. La iniciativa que buscará gravar la renta inesperada deberá pasar por el Congreso. Dudas respecto a que sectores afectará.
Por Liliana Franco. El ministerio de Economía continúa trabajando en el proyecto de ley para obtener recursos adicionales de los sectores que tuvieron una “renta inesperada” por la suba de los precios internacionales, confirmaron fuentes de la Casa Rosada a Ámbito.Con estos fondos se buscará asistir a los sectores cuyos ingresos se deterioraron en los últimos meses a través de un mecanismo similar al IFE. Es que los beneficiarios de esta ayuda estatal son justamente trabajadores que no están sindicalizados o son cuentapropistas.Los salarios del sector formal vienen aumentando a razón del 57,3% anual (datos a enero, los últimos que publicó el INDEC) pero los salarios del segmento no registrado avanzaron sólo 40,7%.
Es decir, mientras que los sueldos de los que están en blanco le ganaron
a la inflación, los que trabajan en negro perdieron más de 7 puntos
contra el índice de precios.
El problema se agrava si se tiene en
cuenta que uno de los rubros cuyos precios más subieron son los
alimentos, productos a los que estos sectores destinan la mayor parte de
sus ingresos. Estudios privados anticipan que, en el primer trimestre
del año, la canasta alimentaria subió cerca de 20%Cabe señalar que cerca del 35% de los trabajadores son informales, según
estudios oficiales. El propósito del Gobierno es destinar los fondos
que se obtengan por esta vía fundamentalmente a atender a los
trabajadores no sindicalizados, cuyos ingresos se han visto deteriorados
por la suba de la inflación y que no cuentan con el recurso de negociar
en un paritaria. En tal sentido, una de las ideas que se barajan en el
Ministerio de Economía es dar un ingreso como un bono para los
trabajadores en negro y monotributistas semejante al Ingreso Familiar de
Emergencia (IFE) que se otorgara durante la crisis sanitaria desatada
por el coronavirus.
Calificada como "la prestación económica de mayor
alcance de la historia" por ANSeS, el IFE se abonó en sus tres
ediciones a 8,9 millones de personas.
Entre los beneficiarios, abarcó
a trabajadores de la economía informal, monotributistas sociales,
monotributistas de las categorías A o B, trabajadoras de casas
particulares, personas desempleadas y titulares de la Asignación
Universal por Hijo (AUH) y Asignación Universal por Embarazo (AUE). En
principio, la intención sería no asistir a estos últimos sectores ya
que, en los despachos oficiale, consideran que “están siendo asistidos”
con las diversas ayudas que se otorgaron. “El problema lo tenemos en los
segmentos inmediatamente superior”, explican. De ahí, que estiman la
ayuda sería a un universo menor que los casi 9 millones de personas.
Al
respecto, estudios de mercado registran una disminución en el consumo
de los sectores cuyos ingresos están inmediatamente por encima de los
mínimos. Estos últimos son alcanzados por distintos programas
asistenciales del gobierno (AUH, planes, canastas, tarjeta Alimentar),
pero no sucede lo mismo, por ejemplo, con cuentapropistas que se
encuentran en situación precaria.