Un primer cuatrimestre caliente
El conflicto en Ucrania sumará más tensión a los precios. Medidas para la "harina", los especuladores y el Salario Mínimo. Por Leandro Renou. El adelanto del presidente Alberto Fernández de una guerra contra la inflación respondió, precisamente, a la expectativa previa de un desbande de los precios en febrero, un mes que suele tener una curva moderada. "Si es 4,5, es negocio", comentaban fuentes oficiales antes de que se conociera el 4,7 de aumento vía el INDEC, con 7,5 de alza en alimentos. Este dato negativo, además, es el inicio de un cuatrimestre que, según confiaron a Página 12 desde la Casa Rosada, seguirá caliente. Se espera que en marzo y abril continúe al alza en los precios, con mayor impacto aún en alimentos y el plus del aumento de regulados, sobre todo las tarifas de servicios públicos.
"Lo que venga de acá en más, dependerá de dos cosas: la evolución del
conflicto en Ucrania y la efectividad de las medidas que tomemos",
detalló a este diario un funcionario técnico. En ese sentido, los
cañones están puestos en las medidas que se anunciarán el viernes y que
intentarán atacar, sobre todo, los precios de la harina pan. Pero hay
dirigentes del Gobierno que observan, con razón basada en los números,
que hay componentes especulativos en las alzas. Es que el indicador de
febrero tiene una suba en alimentos muy fuerte, cuando la guerra casi
que no tocó las cifras de ese mes.
¿Qué alimentos aumentaron más en febrero?
Un
detalle que miran en el Gobierno: el pan frances tipo flauta subió 7,6,
por encima incluso del aumento de la media de los alimentos. Eso
adelanta lo que se viene con ese sector: a fines de esta semana, el
Ejecutivo comunicará la conformación de otro fideicomiso, esta vez
manejado por el Estado, que tendrá más de un millón de toneladas de
trigo subsidiado para abastecer exclusivamente a panaderías. Este irá en
paralelo al otro fideicomiso, que crearon los privados, que tiene 800
mil toneladas destinadas a lograr un precio estable para la harina
triple cero y el paquete de fideos de medio kilo. Pero viendo la
dinámica y el comportamiento del sector minorista, ese fideicomiso
funcionará sólo si hay controles del Estado. Pero no sólo a panaderías:
hay grandes proveedores de harina de consumo masivo que ya especulan con
envíos esporádicos al comercio minorista, jugando con los precios.
En
cuanto al efecto "guerra", en el Gobierno identifican que el shock de
materias primas es el mayor desde 1973, con un efecto en el trigo más
importante en cuanto a los problemas de suministro. Aquí, el conflicto
es aún mayor que tras la primera guerra mundial. Entre Rusia y Ucrania
se sintetiza el bloque más importante de proveedores de trigo, que
abastecen sobre todo al norte de África y el sudeste asiático (29 por
ciento de las ventas internacionales anuales). Esos dos países producen,
además, el 29 por ciento del trigo, el 20 del maíz, y el 80 por ciento
del aceite de girasol. Este último dato muestra por qué hubo un impulso a
los valores globales del aceite vegetal, como el de la soja.
Industria
En
paralelo, es probable que también haya impacto en precios industriales.
Rusia es el tercer productor mundial, detrás de China e India, y
exporta gran parte de su producción a países como China, Estados Unidos,
Japón, Turquía y al bloque de la Unión Europea. Con todos estos datos
que manejan en el Gobierno buscan decir, además, que no servirá para
frenar la dinámica de precios sólo una mirada local.
En este
escenario, hay dos puntos en los que el Estado dará señales de cómo
proceder para resolver el mayor daño que produce la inflación alta: el
golpe a los salarios. Este miércoles, se reunirá la mesa del Consejo del
Salario Mínimo, Vital y Móvil. Según contaron a este diario fuentes
oficiales, el piso de la negociación será un aumento del 40 por ciento y
que "se abran las negociaciones las veces que se tengan que abrir en el
año". Ese encuentro, que reúne a sindicatos y privados con el
Ministerio de Trabajo, se destaca como la señal del Gobierno ante una
inflación elevada, y marca el pulso de las paritarias privadas.
El
otro frente que destacan en el Ministerio de Economía que conduce Martín
Guzmán es seguir la cuestión macroeconómica luego del acuerdo con el
Fondo. En el Gobierno está la idea de que se genere un recorte en la
brecha cambiaria y un cese en la tensión del dólar que juegue a favor de
un desinfle de los precios. De todas maneras, no son pocos los que en
el Gobierno ya ven que las metas planteadas en el acuerdo con el
organismo que conduce Kristalina Georgieva serán sujeto de una
renegociación casi constante sobre la marcha, en un mundo que no da
señales de tranquilizar sus conflictos.