Soledad Acuña, el claro rostro de la discriminación social
Sus dichos generaron un inmediato repudio político, social y gremial. El maestro Farina de la Villa 1-11-14 dijo: “Sus palabras evidencian desprecio y desconocimiento”. Por Patricia Chaina
En 2014 el entonces senador de la UCR Ernesto Sanz afirmó que el dinero de la Asignación Universal por Hijo "se va por la canaleta del juego y la droga". Ahora, como buscando superar aquella discriminadora afirmación, la ministra de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña, buscó cuestionar las políticas de reinserción educativa del Ministerio de Educación de la Nación de los chicos que dejaron la escuela por la pandemia. "Ya es tarde", dijo y agregó que "esos chicos seguramente estarán perdidos en los pasillos de una villa o cayeron en actividades de narcotráfico".
A modo de justificativo dijo que de los 6.500 alumnos que habían
abandonado la escuela en 2020, en CABA, solo 100 de ellos aún no
regresaron a las aulas. “Esto lo podemos hacer porque tenemos
información, tenemos base de datos, tenemos legajos. Sabemos dónde vive
cada estudiante, cuál es su realidad y pudimos buscarlos a tiempo”,
manifestó. Una afirmación desmentida desde la comunidad educativa que,
como afirmó el docente Emmanuel Farina de la exVilla 1-11-14, “la
ministra demuestra que desprecia la escuela pública y desconoce la labor
del docente y del sistema educativo”.
La respuesta de Jaime Perczyk a Soledad Acuña
“Nunca
es tarde para que todas las chicas y todos los chicos de la Argentina
estén en la escuela porque es el lugar en el que tienen que estar”, fue
la respuesta de Jaime Perczyk, ministro de Educación de la Nación en un
hilo de twitter, donde además detalló las estrategias implementadas para
lograrlo. Entre ellas mencionó los programas: Volvé a la escuela,
Conectar Igualdad, Libros para Aprender, el Plan FinEs 2022. También
“ampliamos las becas Progresar a las chicas y chicos de 16 y 17 años”
señaló Perczyk. “Todas las chicas y todos los chicos son hijos nuestros,
siempre hay un lugar para ellas y ellos en la Argentina que queremos”
concluyó el Ministro.
La reacción de la ministra de Educación Porteña
Tras
los dichos de Perczyk y la cataratas de críticas, la ministra porteña
intentó primero un descargo por la misma red social. Allí sostuvo que
"los responsables deben construir un plan para recuperar a esos miles y
miles de chicos y chicas que hoy están desamparados. Es su obligación y
es urgente”. Luego, en una condescendiente entrevista por el canal La
Nación + dijo: "Me parece que es la reacción de un sector político que
siente culpas por haber militado las escuelas cerradas, que defiende a
los pobres, pero que los excluyó durante dos años de las posibilidades
de desarrollo que da la educación”
Críticas a Acuña y al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tras sus dichos
La
falacia de sus palabras, expresan su modo de ver el sistema educativo
“como cuando dijo que los docentes eran unos fracasados” recuerda
Emmanuel Farina, docente de la Escuela 11 del barrio Padre Ricciardelli
(ex Villa 1-11-14) del Bajo Flores. “Sus palabras evidencian desprecio y
desconocimiento por el proceso educativo”. Una frase común en los
docentes describe el espíritu que esas declaraciones niegan: “nunca es
tarde para estudiar, ni para volver a estudiar” refiere Farina. Por un
lado “la ministra demuestra que desprecia la escuela pública y desconoce
la labor del docente y del sistema educativo” señala. “Porque ningún
docente del país se atrevería a decirle a un estudiante que es tarde.
Claro que Acuña no es docente, y quizá por eso no entiende que la
escuela está abierta, siempre” puntualiza.
Es más, Farina sostiene
que desde el panóptico neoliberal de su gobierno, Acuña busca
“endilgarle al gobierno nacional la responsabilidad por la deserción
durante la pandemia”, dice y agrega: “Ella dice que ya es tarde como si
fuera una vecina. Y es la ministra de Educación, y su responsabilidad es
ir a buscar a los chicos”.
La diputada del FdT y educadora Mara
Brawer coincide con el maestro: “A Soledad Acuña nadie le impidió en
estos dos años de pandemia ir a buscar a los chicos que quedaron fuera
del sistema escolar. Todo lo contrario. Si hasta se negó a pasarle los
datos a Nación para que pudiera brindar conectividad a los chicos y
chicas que la ministra de Ciudad ya sentenció como perdidos”. La
diputada se refiere a las declaraciones de Acuña que sostienen haber
recuperado a más de 6.000 estudiantes.
No hay registros de un plan
que promoviera esa actividad durante los dos últimos años, sostienen las
fuentes consultada por este diario. “Cuando ella salió a decir que
había 6.500 chicos que no volvían a la escuela yo llamé incluso al
Consejo de Derechos del Niño de la ciudad –recuerda Brawer--, y nadie
sabía de dónde había salido ese número. Ella no los tenía registrados y
no pudo dar la lista cuando (Nicolás) Trotta –entonces ministro-- le
dijo: dame los datos que yo le llevo una computadora a las casas y les
doy conectividad. Ella no pudo dárselos, porque seguramente no los
tenía”.
“Desde mi práctica docente –aporta Farina--, los responsables
de mantener el vínculo pedagógico con los pibes y las familias en
pandemia, fueron los maestros, desde los grupos de WhatsApp y
acompañando a las familias, no hubo una política en este sentido”. El
gobierno de CABA no tuvo políticas para garantizar la conectividad en
los barrios, como sí lo hizo en las plazas o el subte. “En los barrios
populares no se hizo –señala el docente--, y una política de Nación fue
repartir tarjetas con datos para los chicos, fue imposible aplicar en
CABA: sancionaron a los supervisores que las repartían”.
En los
barrios populares de CABA, donde la organización social amortizó el
abandono del gobierno de Larreta durante la pandemia, uno de los
promotores de la continuidad educativa más reconocidos fue y es “El
Hormiguero”. Florencia Martín es responsable del Frente educativo de esa
organización social que trabaja en Soldati, Lugano, La Boca, Barracas,
Chacarita, en Retiro en el barrio Carlos Mujica y en la Rodrigo Bueno.
“Hoy queda demostrado que no les interesa la educación y no deja de
sorprender la mirada discriminadora que no reconoce derechos, ni su rol
como ministra –acierta Florencia Martín--, porque el derecho a la
educación se garantiza todos los días, y no hay tiempos para eso, por
eso existe la modalidad adultos”, explica. “Esto ningunea la tarea
docente” detalla. “La asociación del barrio con la droga niega la
institucionalidad, algo común a su gobierno. Habla como si no formara
parte” explica.
Para Martín “la palabra territorio es valiosa para
nosotras y discriminarlo, lo estigmatiza", dice y señala que en la
Carlos Mujica los docentes promueven la construcción de sueños "y son
los procesos que hay que potenciar, pero con estas ministra no se puede
porque para ella, ahí hay niños que venden drogas, no niños a recuperar”
afirma Martín. “Hablamos desde lo educativo de vincular pobreza, villa y
narcotráfico y es terrible ese vínculo porque ella es la ministra de
Educación” explica Farina. “Más allá de las causas, hay que ir a
buscarlos, no darlos por perdidos” sostiene. Brawer coincide: “hay que
insistir en esa discusión y avanzar en el derecho a la educación con
inclusión. Este no es el proyecto de la Ciudad, con sus funcionarios
diciendo una y otra vez y sin pudores que no creen en la escuela
pública, en sus docentes, en sus estudiantes. Dan esta batalla por
perdida, porque la abandonan, porque no les importa. Bajan los brazos
porque no es prioridad” concluye.