NUEVO ALIENTO A LA FÁBRICA ARGENTINA DE AVIONES Por el Dr. Rodriguez Villafañe
NUEVO ALIENTO A LA FÁBRICA ARGENTINA DE AVIONES
Cuando se trabajaron fines que nos permitían ingresar al mundo con un valor agregado, en el que la inteligencia cumplía un papel fundamental, la Argentina avanzó. Así, en términos generales, hubo proyectos de envergadura como el aeronáutico, el espacial, el de la energía nuclear, entre otros. En 1927, Córdoba se potenció cuando se instaló la fábrica Militar de Aviones. El desarrollo aeronáutico permitió grandes logros industriales. La fábrica produjo el Pulqui I, que fue uno de los primeros aviones a reacción del mundo.
Del trabajo de muchas generaciones de argentinos, además, nacieron las
aeronaves llamadas DL 22, I Ae 24 Calquín, Pulqui II, Huanquero,
Guaraní, Pucará, Pampa y otras. Todas ellas orgullo de la industria
nacional, resultados de la inteligencia y dedicación de nuestros
ingenieros, técnicos y operarios. A lo que hay que agregar, la
investigación y desarrollo tecnológico que se llevó a cabo en el ámbito
de la cohetería, con visión hacia lo espacial.
Asimismo, de la misma
fábrica, durante el gobierno del presidente Juan Domingo Perón, nació el
denominado Iame (Industrias Aeronáuticas y Mecáni-cas del Estado). Ello
produjo, a partir de 1952, un nuevo polo de desarrollo tecnológico e
industrial que transformó aún más el perfil de Córdoba. El
empren-dimiento se constituyó en “madre de nuestras industrias”, ya que
también se hicieron motores, máquinas y herramientas y le definió a la
ciudad una nueva personalidad metal-mecánica, proyectada al país y al
mundo.
Así, nacieron clásicos de la vida cordobesa, como la moto Puma
y sus diversas series; los automóviles Institec, como el Graciela; el
tractor Pampa y el inconfundible Rastrojero diesel, este último
incorporado todavía hoy, activa-mente, al paisaje de la Córdoba urbana y
rural.
En 1957, la fábrica pasó a denominarse Dinfia (Dirección
Nacional de Fabricaciones e Investigaciones Aeronáuticas) y luego, esa
área de desarrollo y producción se transforma en Industrias Mecánicas
del Estado (IME).
El polo industrial dio trabajo a más de 11.000
personas y gracias a ello y su proyección a otras industrias
metal-mecánicas que se asentaron a su influjo, hizo que Córdoba, por
largo tiempo, fuera una de las ciudades más industrializadas de
Sudamérica.
Desmantelamientos
En 1980, la política anti industrial
de la dictadura del "Proceso de Reor-ganización Nacional", implementada
por su ministro de economía Martínez de Hoz cierra definitivamente IME.
Comenzaba la paradoja inaceptable del des-mantelamiento de la Argentina
que ponía valor agregado intelectual y tecnológico a su producción. Con
la medida adoptada, se cerraba ese polo de desarro-llo y perjudicaron a
los trabajadores y al país. Después, en vez de un duelo por lo que se
hizo, se dio la paradoja que los directivos del momento, hicieron una
fiesta cuando terminaron de liquidar IME.
Luego, vendría la segunda
impronta desactivadora, en el gobierno de Carlos Menem, cuando se
terminó con el proyecto Cóndor, nacido de la inquietud de dominar el
espacio. Además, se hizo morir el proyecto conjunto de hacer un avión
con Brasil de uso civil, turbohélice de 19 pasajeros, -el CBA 123-.
En
esa época, el gobierno también otorgó la concesión de la fábrica, por
25 años, a la empresa norteamericana Lockheed Martin Aircraft. La
concesio-naria extranjera, lo primero que hizo fue despedir a 800
operarios y los años de su gestión fueron un rotundo fracaso, no obtuvo
ningún contrato nuevo de peso para nuestra producción, ni cumplió con lo
que se comprometió realizar. Mientras tanto, la empresa norteamericana
se apropió, sin costo, de toda la investigación y desarrollo realizado
por la fábrica.
Productora de chalecos antibalas y vallas
En
diciembre de 2009, durante la presidencia de Cristina Fernández de
Kirchner, el Estado Nacional estatizó nuevamente la fábrica y se
conformó la actual Fábrica Argentina de Aviones “Brigadier San Martín”
(FAdeA). Se anun-ció que se harían muchos aviones y mejoras a otros y se
buscaba avanzar en el proyecto de un avión de la Unasur. También, en
coordinación con la socie-dad estatal INVAP (Investigaciones Aplicadas
S.E.), se dijo, que se buscaba trabajar en el desarrollo y producción de
Vehículos Aéreos No Tripulados (VANT) -drones-.
Pero, para dolor de
todos, durante la presidencia de Mauricio Macri, en septiembre de 2017,
el secretario general de la Asociación del Personal Aeron-áutico (APA)
Luis Ortega, señaló que, "Varios programas de trabajo no se concretaron;
se están produciendo chalecos antibalas y vallas, pero no otras tareas
relacionadas a la aeronáutica". Y el 2 de octubre de ese año, el
Ministro de Defensa de la Nación Oscar Aguad, cuando estuvo en Córdoba
para presentar aviones que fueron comprados a U.S.A., declaró que la
fábrica debe ser sólo “un gran taller de mantenimiento y reparación de
aviones”.
Nuevo valioso impulso
Ahora, el gobierno del
presidente Alberto Fernández le ha dado a la fábrica nuevo impulso, bajo
la valiosa conducción de Mirta Iriondo.
Así, no obstante, los
problemas propios de la pandemia, a fines de junio de este año 2021, se
entregó el primer avión de la “serie IA-63 Pampa III Blo-que II” a la
Fuerza Aérea, equipado con un novedoso sistema de entrenamien-to. En la
ocasión, el presidente Fernández dijo: “Estamos poniendo en valor la
importancia de la Defensa Nacional y el desarrollo industrial y
tecnológico de la Argentina” y habrá una fuerte inversión. Durante la
visita presidencial también se dio a conocer sobre los avances en la
ejecución de los helicópteros AB 206; la línea de producción del “Pampa
III”; el sector de modernización del “Pucará Fénix” y del “Hércules
C130”. También se habló sobre el desarrollo del nuevo avión “Malvina” y
de otros importantes y diversos proyectos en marcha.
Nuevamente avanzamos, no hay que perder el impulso dado.
Miguel Julio Rodríguez Villafañe
Abogado constitucionalista cordobés
y periodista de opinión