La OA denuncio al Macrismo por las vacunas vencidas
El delito mencionado es "propagación de enfermedad peligrosa o contagiosa"
La Oficina Anticorrupción presentó una denuncia penal por las vacunas que el macrismo dejó vencer. La presentación, que aún no tiene juzgado asignado en Comodoro Py, compromete a los ex ministros de Salud Jorge Lemus y Adolfo Rubinstein, así como a Carolina Stanley que también tuvo el tema a su cargo. Por Irina Hauser Pagina 12. El organismo reconstruyó el increíble trayecto de las vacunas, que llegaron a pasar siete meses en la terminal de cargas de la aduana. El organismo reconstruyó el increíble trayecto de las vacunas, que llegaron a pasar siete meses en la terminal de cargas de la aduana.
El hallazgo de las 600.000 dosis de la vacuna triple bacteriana acelular
que el gobierno de Mauricio Macri dejó vencer sin distribuir pese a que
estaban previstas dentro del Plan Nacional de Vacunación, desembocó en
una denuncia penal de la Oficina Anticorrupción (OA) el viernes a última
hora. El organismo reconstruyó el increíble trayecto de las vacunas,
que llegaron a pasar siete meses en la terminal de cargas de la aduana,
durante y luego de lo cual nadie chequeó la cadena de frío, y del dinero
que se gastó en la compra y luego su almacenamiento. Pero constató,
además, que la incidencia de las tres enfermedades a prevenir (tos
convulsa, difteria y tétanos) aumentó en 2019 por la falta de
inmunización de la población el año anterior. La presentación, que aún
no tiene juzgado asignado en Comodoro Py, compromete a los ex ministros
de Salud Jorge Lemus y Adolfo Rubinstein, así como a Carolina Stanley
que también tuvo el tema a su cargo. Los delitos señalados son
"propagación de enfermedad peligrosa o contagiosa" en su variante
culposa e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
El
ministro de salud, Ginés González García, había hecho pública en agosto
la aparición de las vacunas en un frigorífico. La denuncia penal, a la
que accedió PáginaI12, detalla que las 600.000 dosis de la triple
bacteriana acelular del laboratorio GlaxoSmithKline Biologicals S.A
fueron adquiridas por el ex ministros de Salud en los inicios del
gobierno de Macri, Lemus. Las vacunas son adquiridas a través de un
acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, que garantiza un
precio y la provisión. En esta ocasión llegaron en un vuelo de
Martinair, una línea holandesa.
La triple bacteriana protege contra
la difteria, el tétanos y la tos convulsa. Se aplica a mujeres gestantes
y niñes de 11 años, según el calendario nacional de vacunación. La
presentación de la OA informa que se pagaron 6.610.306 dólares por todas
las dosis que se vencieron. La factura es del 26 de noviembre de 2016,
aunque habían sido encargadas en septiembre. Había seis lotes: uno
vencía en abril de 2018, tres en junio y dos en agosto de ese mismo año.
El embarque llegó a Buenos Aires el 7 diciembre de 2016, y entró a la
aduana y quedó en la terminal de cargas (de Aeropuertos Argentina 2000)
durante siete meses, hasta el 13 de julio del año siguiente. Ese día las
vacunas fueron llevadas al Frigorífico Oneto. En el chequeo inicial,
resultó que había frascos rotos y otras averías. Eran 60 dosis
inutilizadas.
Pese al tiempo transcurrido recién en ese momento se
hizo una verificación de los sensores de temperatura que venían con la
carga para garantizar la cadena de frío. Resultó que los sensores en
cuestión habían vencido en diciembre. Las vacunas fueron ingresadas a un
sector llamado "cuarentena", hasta que se verificara si estaban en
condiciones de ser distribuidas, para lo que hacían falta los
termogramas de la terminal de cargas, que ni siquiera fueron reclamados.
Ahí quedaron hasta el 16 de julio de 2018, cuando fueron trasladadas al
sector "vencidos" del frigorífico contratado, para que después fueran
destruidas. Un segundo procedimiento consistió en la contratación del
"servicio de recolección, transporte, tratamiento y disposición final"
de 40 toneladas de residuos peligrosos que estaban en el frigorífico
Oneto. Por lo que correspondía a las vacunas se pagaron 4.370.000 pesos.
Pero por el total de lo que se almacenó allí se pagaron 205.207
dólares.
La denuncia explica cómo a lo largo de los cuatro años del
gobierno de Macri, la estructura del ministerio de Salud cambió, incluso
fue degradado a secretaría, por lo que las estrategias de vacunación y
las campañas fueron cambiando de dependencias. Por lo menos hubo
modificaciones en seis oportunidades, según la presentación.
La OA
pidió informes al Ministerio de Salud no sólo para reconstruir el
trayecto y los controles sobre las vacunas adquiridas, sino el impacto
en la salud pública de su falta de distribución. Quedó claro allí la
caía en la tasa de vacunación con triple bacteriana en 2018 y el
incremento de las enfermedades que debe prevenir.
* El coqueluche es
una patología aguda, altamente contagiosa, de las vías respiratorias y
también se la conoce como tos convulsa. Creció en 2019 un 8,33 por
ciento. La tasa de letalidad fue de 1,2 por ciento, el doble que el año
anterior: murieron 947 personas por esta enfermedad ese año, 47 casos
más que en 2018.
* La difteria, enfermedad infecciosa, que comienza
con dolor de garganta y fiebre pero en casos graves puede generar una
toxina capaz de bloquear las vías respiratorias. Cuando pasa al torrente
sanguíneo puede lesionar le miocardio, afectar el corazón y causar
parálisis. Se transmite de persona a persona fácilmente. El último caso
de difteria se había registrado en el país en 2006. En 2019 hubo cuatro
sospechosos, uno de ellos confirmado.
* El tétanos es una patología
transmisible, tóxico infecciosa, que se caracteriza por espasmos
musculares intensos y rigidez generalizadas. Puede ser mortal. Es
infrecuente hoy en día por la existencia de la vacuna. En 2019 hubo 7
casos sospechosos de tétanos, seis confirmados, dos de los cuales
terminaron en muertes. Los brotes de tétanos están relacionados con la
falta de inmunización. Por estas consecuencias, la OA atribuyó a los ex
funcionarios y funcionarias responsables el delito de "propagación de
enfermedad peligrosa o contagiosa", que prevé de seis meses a cinco años
de prisión, y el de incumplimiento de los deberes de funcionario
público, con penas de un mes a dos años de cárcel. La clave es que no se
cumplió con la Ley de Vacunación Obligatoria (22909). Esa norma impone a
las autoridades sanitarias cumplir y hacer cumplir sus disposiciones,
ejecutar los programas de vacunación y asegurar la suficiente cantidad
de vacunas, el personal y los elementos para aplicarlas. "la normativa
vigente imponía a cada uno de los ministros la obligación de fiscalizar
la ejecución relativas a la salud de la población y específicamente la
programar y dirigir los programas de vacunación", dice la OA. En cuanto a
los montos pagados, el organismo señala que "se habrían abonado en
perjuicio del erario público estatal". La OA señala como responsables a
los ex ministros Lemus y Rubinsten junto con Stanley, además de quienes
estuvieron a cargo de secretarías, subsecretarías y direcciones que
debían llevar adelante los planes de vacunación y campañas.