Vacuna COVID empezaron las pruebas en la Argentina
Vacuna contra el coronavirus: empezaron las pruebas en la Argentina. Por Pablo Esteban. Este lunes comenzaron las pruebas de la vacuna elaborada por la compañía estadounidense Pfizer y su par alemana BioNTech en Argentina. Desde el Hospital Militar, los ensayos son coordinados por el equipo del doctor Fernando Polack, director de la Fundación Infant y médico especializado en virus respiratorios. En esta instancia, se espera que los equipos de especialistas comprueben la eficacia de la fórmula. Según los ensayos preliminares realizados en EE.UU. y Alemania, la vacuna candidata permite desarrollar un nivel alto de anticuerpos, tanto como los de los enfermos que se lograron recuperar.
La convocatoria se abrió y en poco tiempo ya había cerrado. Según señaló
Sergio Maldonado, el director del Hospital, “se anotaron 25 mil pero
solo participarán 4500 de esta instancia”. La muestra será variada e
incluirá a personas con diferentes perfiles: médicos, enfermeros y otros
profesionales de la salud, personas jóvenes y adultos mayores,
militares y también individuos con otras profesiones. Los datos
personales de todos los postulantes, según las autoridades del Hospital,
serán resguardados. La mitad recibirá la vacuna, mientras que la mitad
restante tendrá placebo (en forma de inyección de solución fisiológica).
El propósito de contar con un grupo control radica en que es la única
manera de supervisar si el fármaco realmente funciona.
El ensayo
podrá ser abandonado por cualquier postulante en cualquier etapa del
proceso. Ésta constituye una cláusula fundamental que, en general,
incluye a cualquier prueba de vacuna y en este caso no supone una
excepción.
Los voluntariosrecibirán dos dosis, la primera en estos
días y la segunda luego de tres semanas. Durante el procedimiento, los
equipos de la Fundación Infant y del Hospital Militar estarán en
constante diálogo con ellos, a través de llamadas telefónicas y de una
aplicación creada a tales efectos. El propósito será realizar un
seguimiento para ir advirtiendo posibles efectos adversos y sus
síntomas, aunque la vacuna ya atravesó con éxito las fases 1 y 2 que
evalúan esas respuestas secundarias que el cuerpo podría manifestar. En
una primera etapa, el fármaco sorteó el examen de seguridad y toxicidad
en Alemania y Estados Unidos, con lo cual recibió la aprobación de la
FDA (Food and Drugs Administration, institución equivalente a la Anmat
pero en Estados Unidos) para avanzar hacia las siguientes fases. En
aquella oportunidad fue suministrada a 45 adultos (entre 18 y 55 años)
que recibieron dosis distintas entre sí (10, 30 y 100 mg) y a nueve de
ellos les tocó placebo. Las personas que se sometieron a las pruebas
desarrollaron una cantidad de anticuerpos que superan a los que
presentaron los pacientes recuperados de la covid-19. Los expertos
señalaron que “fue bien tolerada”, aunque en algunos casos generó fiebre
y otros daños colaterales menores. En Argentina, la meta será convertir
un experimento chiquito en uno de dimensiones mucho más importantes.
Luego, el paso siguiente para las compañías biotecnológicas será
fabricar 100 millones de dosis y, para el año que viene, 1200 millones.
El trabajo, finalmente, tendrá que someterse a la lupa de los colegas y,
para obtener mayor fuerza, ser publicado en alguna revista médica de
prestigio internacional. Cuando la vacuna esté finalmente lista y si
esta versión que se probará a nivel local obtiene buenos resultados, el
país podrá colocarse en un lugar de preferencia al momento de disputar
el acceso a las dosis necesarias. Se espera que obtenga algunas ventajas
en los procesos de compra y distribución, aspecto que entusiasma a las
autoridades de Salud. La cartera abocada al área representada por Ginés
González García mantiene conversaciones periódicas con otras empresas
biotecnológicas del rubro que también manifestaron su interés por probar
su fármaco en arenas domésticas.