Vicentín, complicidad informativa y responsabilidad social Por: Dr. Rodriguez Villafañe
Vicentín, complicidad informativa y responsabilidad social Por el Dr. Rodriguez Villafañe
Resulta grave escuchar a sectores políticos que endeudaron gravemente al pueblo argentino, sostengan mentiras como que con la intervención de la empresa Vicentín el país va hacia regímenes dictatoriales y que sacarán a las personas sus propiedades. Los medios hegemónicos de prensa ocultan, que en la historia Argentina ha sucedido muchas veces a la inversa de lo que se dice. Los grandes capitales privados fueron los que confiscaron los dineros públicos de los argentinos y nos trasladaron, inaceptablemente, deudas y responsabilidades. Eso sí, ello siempre lo presentaron como justo y necesario.
Estatización de la deuda privada
En 1982, el Bco.
Central de la Rep. Arg. (B.C.R.A.), por la circular “A” 251, asumió como
deuda externa, aproximadamente, 17.206 millones de dólares de deudas de
empresas privadas. Sumas estas que pasaron a integrar parte de la deuda
externa que se tiene y en base a la cual se ha justificado reducción de
los servicios básicos del estado, como el de salud, las jubilaciones y
tantos otros.
Nadie recuerda que esa carga era de negocios
de grandes empresas privadas que traspasaron sus malas operaciones,
muchas de ellas fraudulentas, y las socializaron cargándoselas al pueblo
argentino. Entre las empresas beneficiadas por la estatización de las
deudas, estaban Pérez Companc, Techint, Bridas, Ford, IBM, Banco de
Londres, Fiat, Citibank, Banco de Boston y muchas otras más, entre
éstas, también estuvieron Vicentin y las empresas de la familia Macri
SOCMA y Sideco Americana S.A., empresa esta última, que fue denunciada
por maniobras delictivas de "autopréstamos".
El informe
de los auditores presentado ante el juez que investigó algunas de las
maniobras fraudulentas sostiene, que “la maniobra consistía en la
colocación de fondos propios en plazos fijos en el exterior, recibiendo
como contrapartida un préstamo de la misma entidad bancaria, sirviendo
el plazo fijo como garantía a estos créditos. Los plazos fijos en el
exterior no se informaban al BCRA, en muchos casos, estos plazos fijos
tampoco figuraban en los libros y balances de las sociedades, tal como
surge de la investigación”.
Lo cierto es, que deudas de
Vicentín, de las empresas de Macri, entre muchas otras las tuvimos y
tenernos que pagar, aún hoy, todos y todas.
Es larga la lista
de situaciones similares que existieron y nos hicieron asumir como si
fuera lógico que paguemos las deudas o maniobras fraudulentas de los
poderosos del país. Más, cuando el gobierno actual invierte con
responsabilidad social en beneficio de los más débiles, se tilda dicho
accionar como populista deficitario.
Preservación de bienes y patrimonios culturales
Gran parte de las prensas mediáticas hegemónicas presentan un
mensaje sesgado y unidireccional en el tema de Vicentín y aceptan que
dicha empresa caiga en manos de capitales extranjeros. Resulta que son
las mismas que en el año 2002, exigían al Estado que interviniera para
salvar empresas periodísticas como Clarín, para que no sea el capital
extranjero el que, por el monto de sus acreencias, se quedara con la
empresa. Éstas empresas son las que impulsaron el dictado de la ley
25.750 de “Preservación de bienes y patrimonios culturales”, en la que
se estableció, que debe ser política del Estado nacional preservar los
bienes de las empresas periodísticas, por constituir un patrimonio
cultural nacional que se debe preservar.
Sin embargo, cabe
señalar, que si un medio de difusión es un bien cultural, lo es por su
contenido y éste lo dan sus periodistas, a los que también hay que
proteger. La ley sólo buscó salvar los bienes y cosas de las empresas.
Moraleja inaceptable
Ahora, esos mismos medios, atacan al gobierno actual, cuando éste
quiere que 7.000 trabajadores no pierdan su trabajo y puedan cobrar sus
sueldos y que 21.000 familias de prestaciones indirectas no queden sin
su sustento. La Declaración Universal de Derechos Humanos, con jerarquía
constitucional, obliga al Estado y dispone que, “toda persona tiene
derecho… a la protección contra el desempleo”. Resulta que, cuando se
defiende el empleo como política de estado, se acusa al Presidente
Alberto Fernández de un proceder inconstitucional, mientras se toleró la
política de desempleo por goteo, en el gobierno de Mauricio Macri.
El presidente también busca asegurar la percepción de los créditos
del Estado, por dineros entregados a la empresa ilegalmente, en el
gobierno anterior (18.182 millones) y cobrar las deudas existentes con
la AFIP. También se quiere evitar que se lleve a la quiebra a
cooperativas y pequeñas pymes acreedoras de Vicentín.
Resulta
penoso que el juez de la quiebra ignore los objetivos de país que lleva
el accionar de las decisiones adoptadas por Poder Ejecutivo Nacional y
vuelva a poner ilegalmente en funciones al directorio de la empresa, que
la llevó a un proceso de quiebra, quienes también están sospechados de
lavado de dinero, defraudaciones fiscales y muchos otros delitos más.
Resulta fundamental tener claro el sendero a transitar y priorizar
los valores que hacen a la dignidad de las personas y al futuro de
nuestro país, por sobre otros intereses, que de ninguna manera buscan el
bien común argentino.
Miguel Julio Rodríguez Villafañe
Abogado constitucionalista
y periodista de opinión