El Gobierno dictó la conciliación obligatoria en Techint
El Gobierno dictó la conciliación obligatoria en Techint
En la Casa Rosada creen que la medida tomada por la empresa de Paolo Rocca es la punta de lanza de una porción del gran empresariado que presiona para que se relajen las restricciones sanitarias y se reanude la actividad económica. Por Javier Lewkowicz Pagina 12. La paralización de la economía con el objetivo de frenar el avance del coronavirus desató la disputa entre el Gobierno y Techint, el mayor grupo empresarial del país. La empresa que dirige Paolo Rocca despidió a 1450 trabajadores de su empresa constructora, amparándose en una originalidad del convenio colectivo de trabajo del sector, que permite el despido de empleados una vez que termina la obra.
Techint argumentó que como la cuarentena obligatoria frenó las obras
privadas, prescindirá del personal y que una vez que se reactiven,
volverá a contratar a los afectados. Desde el gobierno y el gremio
entienden de ningún modo Techint tiene la necesidad de despedir gente y
que si la tuviese, hay instrumentos disponibles para sostener la
plantilla. Por eso, la lectura es política: piensan que la medida de
Techint representa la punta de lanza de parte de una porción del gran
empresariado que entiende que la cuarentena es exagerada y que presiona
para que se reanude la actividad económica.
Este lunes, el
Ministerio de Trabajo coordinó una videoconferencia con Techint y el
gremio, en la que dictó la conciliación obligatoria. En el sector de la
construcción hay un clima de mucha tensión por el freno de las obras y
el quiebre de la cadena de pagos.
El freno a la construcción por la cuarentena
La
empresa Techint Ingeniería y Construcción resolvió cancelar contratos
de construcción a partir de la paralización de la actividad de las obras
privadas en proyectos ubicados en las provincias de Buenos Aires,
Neuquén y Tucumán. La medida afecta a 1450 trabajadores de la
construcción, afiliados a la Uocra. La construcción enfrenta un
escenario muy delicado porque las obras privadas no quedaron exceptuadas
del decreto de necesidad y urgencia que definió la cuarentena, con lo
cual esos proyectos quedaron obligatoriamente frenados. La propia
modalidad de contratación de las empresas del sector permite el despido
de empleados entre una obra y la otra, período en el cual entra en
funciones el fondo de desempleo del gremio.
En tanto, la obra pública
también quedó muy afectada por el parate económico, a pesar de que fue
exceptuada de los alcances de la cuarentena. Hay algunos proyectos en
donde continúa el flujo de pagos, pero por lo general fuera del rubro
salud y de las obras indispensables está deteriorada la cadena de pagos.
“Se está trabajando con la Uocra para intentar conservar los
puestos de trabajo. Pero la realidad es que está todo parado y la
situación es de tensión”, explicó a este diario Mario Galizzi,
presidente de Apyme Santa Fe y empresario del sector de la construcción.
Otras fuentes del rubro admiten que hay mucha preocupación porque se
agota en las pequeñas y medianas empresas la capacidad de pagar los
salarios. Ante situaciones de despidos, los ministerios provinciales
vienen dictando medidas de conciliación obligatoria. Los dirigentes del
sector esperan que se reactiven los Repro del Ministerio de Trabajo y se
lancen planes de vivienda para reactivar la actividad. En el gremio
saben de esta situación y por eso advierten que “hay 100 mil puestos de
trabajo en riesgo”.
El Mundo Techint
Si bien la situación del
sector de la construcción (y de prácticamente toda la economía) es muy
compleja y en ese diagnóstico coinciden el sector privado con el
gobierno, también es un terreno común la idea de que Techint juega con
sus propias reglas.
“Es una empresa muy reservada y cuando hace
apariciones públicas, como ésta, tiene una finalidad política. Esto no
tiene disimulo, son 1500 personas en un contexto político muy delicado y
con instrumentos disponibles para poder sortear la situación”, analizan
en el gobierno.
En la Casa Rosada analizan la medida como una
presión de parte de Techint, que a su vez tiene gran influencia en la
Unión Industrial Argentina (UIA) y en la Asociación Empresaria Argentina
(AEA) para relajar las restricciones sanitarias y revitalizar la
economía.