Massa: "Nosotros tenemos orgullo de Alberto y ellos esconden a Macri"
"Nosotros tenemos orgullo de Alberto y ellos esconden a Macri"
"Todos cedimos para construir un triunfo y un nuevo gobierno. Cristina también cedió. En la elección de Alberto hay implícita una autocrítica", afirma Sergio Massa en una entrevista con LPO. Marcelo Arias Por L. Aisicoff y M. Cantando
Sergio Massa recibe a LPO en sus oficinas de avenida del Libertador, un extraño edificio mezcla de loft y local comercial que el líder del Frente Renovador exprimió en su largo regreso al peronismo. Los ambientes luminosos están cargados de fotos: la cara del tigrense aparece en todas. Se lo ve relajado y hasta contento en este regreso a la fuerza que lo llevó a los primeros planos de la política nacional. Viene de una recorrida por el Conurbano y se prepara para los últimos dos días de campaña con Alberto Fernández en Rosario y Córdoba.
De menor a mayor, Massa fue ganando centralidad en una campaña que
necesita como el agua sumar indecisos en el tramo final. "Alberto será
un excelente presidente", confía y cuenta que una de las condiciones
para aliarse con Cristina Kirchner fue incorporar a la plataforma de
Todos una agenda de lucha contra la corrupción, para lograr "un
peronismo republicano y democrático".
¿Estamos a dos días de la primaria, se enderezó la campaña de Alberto?
La
campaña tuvo dos etapas. Una en la que el Gobierno trabajó en instalar
sólo la campaña sucia, pero en la que finalmente después se impuso la
agenda económica. Desde que se empezó a discutir la realidad -situación
pyme, empleo, pobreza, retenciones- el Gobierno no volvió a encontrar el
rumbo y tira todo el tiempo manotazos de ahogado, además con la
dificultad de que por la frustración que hay de los votantes con Macri,
deciden esconderlo. Hoy veía videos de reparto de boletas en municipios
del interior y el Conurbano donde directamente reparten la boletita
cortada los propios candidatos de Cambiemos. Vengo de recorridas, no
encontré ni un solo cartel de Macri. Todos se esconden bajo la figura de
Vidal porque saben que Macri hoy tiene un nivel de rechazo brutal.
En
el interior de la provincia y el Conurbano los candidatos de Cambiemos
reparten la boleta sin el tramo de Macri porque tiene un rechazo brutal.
No hay un sólo cartel del Presidente, todos se esconden bajo la figura
de Vidal.
La pelea hoy es por los "indecisos" y en el
kirchnerismo resaltan su importancia para eso. ¿Por qué su figura atrae
el "voto blando"?
Es el perfil del Frente Renovador, que trabajó
durante varios años sobre ese voto blando y nos permite tener mayor
vínculo sobre el votante independiente. Entonces tenemos la tarea de
explicarle cómo superamos el fracaso de Macri, cómo construimos años
virtuosos para la Argentina, por qué la decisión de construir el frente
de Todos. Es una tarea muy linda, de cercanía y mucho contacto, pero es
una ayuda más alrededor de la candidatura de Alberto que está
consolidada.
¿La campaña de ustedes fue de peor a mejor?
Sí
y va a seguir tomando forma después del 11 de agosto. La campaña del
gobierno no encuentra su rumbo básicamente porque no le encontró el
rumbo a la economía estos cuatro años. La realidad está derrotando al
gobierno. La de la heladera, la boleta de servicios público, los
telegramas de despido, el de pymes.
Existe una incógnita sobre
qué camino tomaría Alberto Fernández para reactivar la economía ¿Existe
la posibilidad que regresemos a una economía como la que caracterizó los
mandatos de Cristina con una fuerte intervención del Estado? ¿Puede
volver a un cepo?
Alberto va a ser un gran presidente. Argentina
va a una etapa de defensa de la economía argentina. Alberto va hacia
eso, privilegiar las pymes porque te generan el 70 por ciento del empleo
y por eso vamos a un régimen diferenciado en materia impositiva para
las pymes, que va a significar una reducción de la presión impositiva de
30 por ciento para pymes y comercios.
Alberto va a ser un gran
presidente, vamos a una defensa de las Pymes que son las que generan el
70 por ciento del empleo. Macri puso tarifas en dólares para favorecer a
Caputo y sus amigos, eso le dio a pocas empresas buenos balances y
empobreció al resto de los argentinos.
Vamos a una recuperación
del mercado interno, por eso Alberto plantea la importancia del consumo y
la recuperación del salario y jubilaciones como forma de reactivación.
Vamos a esquema de desdolarización de algunos servicios, básicamente
porque el problema más serio con el que nos enfrentamos es que los
trabajadores argentinos compran y venden en pesos. Macri puso tarifas en
dólares para favorecer a (el empresario Nicolás) Caputo y sus amigos,
eso les dio a pocas empresas buenos balances pero empobreció a todo el
resto de los argentinos.
Pocas veces un presidente que enfrenta
una elección pareja tiene un apoyo explícito de importantes actores
geopolíticos como el FMI, EEUU y Brasil como consiguió Macri. ¿Hasta
dónde los impacta esa situación?
Primero tenemos que lograr la
confianza de los argentinos. Una vez que la tengamos, decirle al mundo
que Argentina va a cumplir sus obligaciones, pero va a cumplirlas con la
potencia de vender trabajo argentino al mundo, no a costa de vender
jubilaciones, cerrar pymes, no a costa de dolor sino a costa de esfuerzo
y trabajo. Y creo que ese es el paradigma, la diferencia más importante
entre la propuesta de Macri y la de Alberto.
Habla sólo de la propuesta de Alberto, ¿Cuál es el lugar de Cristina en esta campaña y cómo fue su acercamiento a ella?
Nosotros
teníamos una responsabilidad que era no dividir la oposición porque eso
era ser funcionales a Macri. Los argentinos nos pedían en todos lados
que trabajemos en un proyecto de país que nos permita construir un nuevo
Gobierno y una nueva mayoría.
Lo hicimos además sobre la base
de un acuerdo programático, en el que mantenemos nuestra identidad como
Frente Renovador. Somos parte de una coalición de partidos, pero además
definimos programas de gobierno, que tiene como base un acuerdo
económico y social a convocar desde el 11 de diciembre.
Muchos
de los que hoy son parte del apoyo a este gobierno, en esa fecha los
vamos a necesitar para llevar adelante los cambios que Argentina
necesita producto del fracaso de Macri. Vamos a necesitar de muchas
manos, mucho diálogo, mucho acuerdo. En eso, todos tenemos experiencia
para aportar del aprendizaje de nuestros propios errores y Alberto tiene
la capacidad de escuchar, dialogar, tratar de encontrar síntesis todo
el tiempo en las cosas en las que aparecen diferencias. Ese es el mérito
que lo lleva a que el 11 de diciembre se transforme en un gran
presidente.
Todos cedimos un poco para construir un triunfo y un
nuevo gobierno. Cristina también cedió. En la elección de Alberto hay
implícita una autocrítica por los errores del pasado. A partir del 11 de
diciembre viene una época de mucho diálogo y acuerdo y vamos a
necesitar a muchos de los que hoy apoyan a Macri.
¿Qué tiene de diferente la Cristina de hoy a la que usted enfrentó todos estos años?
Lo
más importante es que todos cedimos un poco para construir un triunfo y
un nuevo Gobierno. Ese ceder todos un poco lo que muestra es que hay
comprensión e la etapa que viene. En ese sentido nosotros cedimos de
nuestra pretensión presidencial, Cristina también cedió. En la elección
de Alberto hay implícita por parte de todos una autocrítica respecto a
los errores del pasado.
Fue muy crítico de La Cámpora desde que
se alejó de Cristina en 2013. ¿También cree que los militantes de esa
organización cambiaron?
A mí me parece que cada organización
política tiene su proceso, sus tiempos, su crecimiento, su propia
experiencia en la gestión y fuera de la gestión. Hay como una idea de
que es incompatible poder encontrar puntos de consenso o de acuerdo en
las políticas públicas. Yo lo que busco centralmente es ponerme de
acuerdo en qué políticas vamos a llevar adelante para levantar a la
Argentina. La cuestión de la convivencia cotidiana se resolverá
dialogando.
Vidal dice que si gana Axel Kicillof el poder en la Provincia lo va a tener Máximo Kirchner...
A
mí me parece que hay toda una idea de tratar de enchastrar la elección
con nuestra discusión interna porque el gobierno necesita romper la
potencia del Frente de Todos. Esto es como si yo dijera: "Pichetto va a
ser más poderoso que Macri en la etapa que viene si Cambiemos gana". ¿Yo
quién soy para decir eso desde el Frente de Todos? Creo que esta cosa
de pretender meterse por la ventana en la construcción de la otra fuerza
política solamente demuestra la debilidad del gobierno. Necesitan
atacarnos porque no tienen qué proponerles a los argentinos, no hay un
solo indicador que puedan mostrar con resultados positivos.
Más
allá de esa estrategia del Gobierno, es real que existen diferencias
importantes entre ustedes. La situación de Milagro Sala que enfrenta su
visión con la del kirchnerismo duro, por mencionar una.
El
Gobierno hizo de su diferencia entre el radicalismo, Carrió y el PRO
como una virtud. ¿Por qué en nosotros es un defecto y en el gobierno una
virtud? Un efecto concreto: ¿Qué va a primar en Cambiemos, la posición
de Pichetto respecto al tema de los fueros o la de Carrió? ¿En Extinción
de Dominio, primará la postura de Laura Alonso o la de Pichetto?
El
gobierno hizo de las diferencias entre el radicalismo, Carrió y el PRO
como una virtud. ¿Por qué en nosotros es un defecto y en ellos una
virtud? ¿Que va a primar en Cambiemos la posición de Pichetto sobre los
fueros o la de Carrió?
Seguramente prime la postura de Macri y Peña en todos los temas. ¿En el Frente de Todos la postura de quién va a primar?
En
los grandes trazos de hacia dónde va a ir la economía estamos de
acuerdo en que tenemos que ir a una Argentina con mercado interno
potente, recuperación de salario y la jubilación, reducción de impuesto a
la pyme. Hay una agenda que planteamos desde hace tiempo y no tiene
contradicciones entre nosotros o contraindicaciones para la gente.
¿Cómo califica la gestión de Vidal? ¿Es cierto que antes del cierre de listas evaluó hacer un acuerdo político con ella?
El
problema más serio que enfrentó Vidal en todos estos años es que cada
vez que tuvo que elegir entre Buenos Aires o Macri lo terminó eligiendo a
Macri. En la suba de tarifas, en el desdoblamiento electoral...La
provincia quedó como rehén del fracaso de Macri. Ahí está el nudo del
problema. Para recuperarse, la Provincia necesita autonomía. Yo no me
desdigo de lo que dije, digo y pienso.
La gestión de Scioli a mí
me pareció espantosa y lo sostengo, así como creo que el mejor
gobernador desde la vuelta de la democracia hasta ahora fue Felipe Solá y
lo sigo diciendo a pesar de mis diferencias. El otro problema de la
Provincia es que no hay Gabinete. Si nos paramos acá en la puerta y le
preguntamos a la gente el nombre de dos ministros de Vidal, nadie los
conoce. Ella no tiene equipo. Y el tercer gran problema es que gobierna
la Provincia desde Capital Federal. Es muy difícil encontrar a sus
funcionarios en la Provincia.
¿Pero existió la posibilidad de un acuerdo con Vidal?
A
lo largo del proceso previo al congreso del Frente Renovador todo el
tiempo aparecían situaciones alrededor de nuestra posición política por
el peso que podía tener nuestra determinación sobre el voto blando. Pero
la verdad es que no podía ni puedo pensar que mi voluntad personal o mi
opción individual podía ser contra la mirada colectiva de los
argentinos. La gente nos pedía con claridad que nos uniéramos y
agotáramos los esfuerzos para sacar a este gobierno. Cualquier otra cosa
era funcional a la división de la oposición, que era lo que buscaba
Macri. Él todo el tiempo buscó dividirnos entre opositores buenos y
malos, lindos y feos, cuando en realidad el problema es que la gran
mayoría de los argentinos estamos en contra del camino que eligió.
El
problema más serio de Vidal es que cada vez que tuvo que elegir entre
la provincia y Macri, eligió Macri. Lo hizo en la suba de tarifas, en el
desdoblamiento electoral. La provincia quedó como rehén del fracaso de
Macri. El otro problema es que no tiene gabinete y gobierna desde la
Capital.
¿Por qué Kicillof sería un buen gobernador y qué espacios les prometió a los intendentes en su futuro gabinete?
No
creo que hoy sea tiempo de andar en negociación de cargos. Hoy nuestra
responsabilidad es decirles a los argentinos con claridad, y a los
bonaerenses, cómo vamos a levantar la Provincia y el país. La discusión
sobre si les da uno o dos ministerios es berreta, la gente está harta de
esa lógica de la política sanguchera. Lo que tenemos que hacer es
decirles cuál es el camino para poner de pie a la Argentina. La
discusión sobre quiénes son los mejores para hacerlo empieza cuando la
sociedad nos de la responsabilidad de gobernar. No hay que comerse el
postre antes que el plato.
Como diputado tuvo mucho protagonismo
usted y su fuerza política en una agenda de leyes anticorrupción. Fue
aliado a Macri en algunas, como la del Arrepentido o Extinción de
dominio. ¿Esa agenda va a seguir en un futuro?
Sí. Está en el acuerdo del programa de gobierno del Frente de Todos.
Pero no fue una coincidencia que tuvieron con el kirchnerismo en estos años, ¿qué garantiza que la tengan de acá en adelante?
Es
parte de las condiciones que impusimos, en un buen sentido, que
charlamos, para sostener una agenda que tiene que ver con que uno de los
grandes desafíos del peronismo del siglo XXI es un peronismo con
calidad institucional, republicano, democrático.
¿En ese peronismo hay lugar para todos los dirigentes que hoy rodean a la ex Presidenta?
El
que no pueda explicar lo que tiene y deba ir preso, que vaya preso. Se
llame como se llame, a mí no me importa y no tengo ningún compromiso con
ninguno. Nuestro compromiso es con el ciudadano que nos vota.
Nosotros
exigimos incorporar una agenda anticorrupción en el Frente de Todos,
porque uno de los grandes desafíos del peronismo en el siglo XXI es
construir un peronismo con calidad institucional, republicano y
democrático. El que no pueda explicar lo que tiene y deba ir preso, que
vaya preso.
¿Esto lo habló con Cristina?
Esto lo hablé con cada uno de los integrantes del Frente de Todos.
¿Y cuál fue la posición de Cristina sobre esto?
Está
en el programa de gobierno. Esa es la respuesta. Es una respuesta no
individual, sino de partidos en una coalición de partidos.
¿Cuáles son las prioridades que planteó Cristina para un futuro gobierno?
¿El problema sabés cuál es? Que eso es hacerle el juego al Gobierno, porque el presidente va a ser Alberto.
Pero Cristina forma parte del espacio.
Sí,
como soy parte yo, como son parte los gobernadores... Es importante,
tiene experiencia, tiene cosas para aportar. Pero el gobierno trata de
plantear que esta es una elección donde compite con un candidato a
vicepresidente. Así como nosotros tenemos orgullo por mostrar a Alberto y
ellos esconden a Macri y tratan de ver cómo generan la pelea sobre el
odio, nosotros la pelea que planteamos es sobre el futuro de la
Argentina, que tiene que ver con superar el fracaso de un presidente que
por insensible y caprichoso perdió una oportunidad histórica.
Si Cristina no se corría y encabezaba ella la boleta, no hubiera aceptado ser parte de ese espacio...
Si mi abuela tuviera bigotes no sería mi abuela. Es una hipótesis contrafáctica que no existe.
Vamos
a un tema de gestión. El otro día en el acto en Malvinas la ex
Presidenta pidió una ley para regular la toma de deuda externa y que no
sea una facultad discrecional de cada presidente. Hay varios proyectos
cajoneados en el Congreso, ¿Qué opina?
El mejor proyecto que hay
en el congreso es el de Rodríguez Saá que ahora casualmente es parte de
Juntos por el Cambio. Increíble, están juntos los que toman deuda y los
que defaultean. Es una cosa mágica que no he visto que haya gente
escarbando alrededor de eso: el presidente del default y el presidente
endeudador, abrazados en un mismo proyecto. Una cosa de locos. Nosotros
por lo menos tenemos la tranquilidad de poder mostrar que todos y cada
uno de nosotros desde nuestra responsabilidad institucional trabajamos
sobre el desendeudamiento. Es un buen proyecto que la cámara de
diputados debería tratar después de diciembre.
Es una cosa
increíble, están juntos los que defaultean y los que endeudan. Adolfo
Rodríguez Saá ahora es parte de Juntos por el Cambio y no veo gente
escarbando en torno a esta situación mágica del presidente endeudador y
el presidente defaulteador, abrazados en un mismo proyecto.
El
otro tema es la reforma previsional. El gobierno ahora insiste con que
no alcanzó con la fórmula de hace un par de años -que ustedes
rechazaron- y se habla de otra reforma. ¿Hace falta?
El gobierno
necesita cumplir con las metas del FMI y prometió un ajuste que es el
más cruel, porque es sobre los jubilados. Aumento de la edad
jubilatoria, recorte de jubilaciones, ya lo viene haciendo. Los
jubilados perdieron 19,5 por ciento del poder de compra con este
gobierno. Son las víctimas más palpables de la crueldad de la política
económica de Macri y les van a seguir recortando porque los miran como
un número y no como a personas que trabajaron toda la vida.
Lo
que hace falta en Argentina es poner en marcha el aparato productivo y
crecer. Una revolución exportadora para generar dólares genuinos y
recuperar el mercado interno. Este gobierno esperó cuatro años una
lluvia de inversiones que no vino porque en realidad escuchó a los que
venían a timbear. Tuvieron la fuga de capitales más importante de la
historia democrática argentina. Durante su gestión se fueron 65 mil
millones de dólares. Es más que lo que nos dio el Fondo. Ésta es la
muestra más clara de que el mercado no confía en Macri, porque si lo
hiciera se hubieran quedado.
Lavagna menciona siempre la fuga de capitales. ¿Qué pasó que pese a esas coincidencias hoy es candidato de un tercer espacio?
Roberto
es un brillante profesional, un tipo muy lúcido para mirar el proceso
de desarrollo económico...pero un buen número 9 no necesariamente es un
buen director técnico de un club de fútbol. Un buen médico pediatra no
necesariamente es buen cirujano, cada uno tiene su especialidad. Uno
tiene que saber encontrarle a cada uno el lugar que mejor le va. Creo
que Roberto terminó encerrado en una cosa muy chiquita porque les dio la
espalda a los gobernadores al principio, no entendió la lógica de las
primarias...ahora su candidatura es casi testimonial.
En esta
lógica de que cada uno debe encontrar el lugar que mejor le va, usted
siempre dijo que el suyo es el de conducir. ¿Por qué en esta elección no
terminó de candidato a Presidente como quería?
Mi sueño y mi
vocación de ser presidente la sigo teniendo, lo saben todos. Tengo 47
años y tengo claro que en este momento mucho más importante que mi
ambición eran los sueños de millones de argentinos que quieren vivir
mejor. A veces uno tiene que aprender a dar un paso atrás, con humildad,
para encontrar el resultado que la sociedad busca en términos
colectivos. Eso también le hace bien a la política. Tener estos gestos
también es parte del aprendizaje en el camino de un dirigente que se
permite construir. No siempre es ganar o hacer lo que uno quiere. A
veces uno tiene que hacer lo que debe. Y lo que yo debía hacer en este
momento es ayudar a construir una nueva mayoría para derrotar a un
gobierno que lastimó a la mayoría de los argentinos.