Schiaretti se enoja, pero los peronistas cordobeses van a trabajar para Alberto
Schiaretti se enoja, pero los peronistas cordobeses van a trabajar para Alberto
Por Ignacio Fidanza y Mauricio Cantando LPO. El nuevo jefe de bloque de senadores peronistas reivindica la candidatura de Férnandez, pero le pide mejorar su campaña para llegar. "Hace veinte días parecía facilísimo y ahora esta peleada", reconoce. Carlos Caserio es el jefe del bloque de senadores del peronismo desde que Miguel Pichetto decidió acompañar a Mauricio Macri en la fórmula presidencial y trabaja junto a más de 60 intendentes de Córdoba para que Alberto Fernández llegue a la Casa Rosada en diciembre.
Lo dejó claro este viernes en un acto en Villa María junto al ex jefe de
Gabinete, que cerró dos días de recorridas por la provincia del
gobernador Juan Schiaretti, el único peronista en declararse neutral.
"No entiendo bien que ha pasado, pero no se puede pensar en una
Argentina sin Córdoba", fue el mensaje de Fernández ante los intendentes
cordobeses.
Caserio le reconoce a Cristina Kirchner el gesto de
ceder la candidatura presidencial, pero reivindica no haber querido
compartir un bloque legislativo con ella. "Tenemos conceptos distintos",
se justifica. Y coincide con gran parte de la dirigencia peronista en
que Alberto debe mejorar su campaña para ganar. Propone unificar un
discurso, decir con claridad qué se va a hacer y refinar el trabajo en
redes sociales, "donde nuestros rivales trabajan como en las mejores
partes del mundo".
-¿Cómo viene la elección?
-Me da la impresión
que a pesar de que este Gobierno ha incumplido todo lo que prometió, la
gente se queja de muchas cosas que habían quedado inconclusas del
anterior gobierno, del cepo, de muchas situaciones. Pero cuando le
preguntas cómo están ahora te dicen: "Mucho peor que antes".
Y si
bien el Gobierno está haciendo un gran esfuerzo en mantener la
expectativas, me parece que el grueso de los dirigentes y de los
formadores de opinión se dan cuenta que lo que faltaba hacer no se
terminó de hacer y que todo fue para peor.
Están las variables
distorsionadas y el endeudamiento marcó un antes y un después en la
política de Argentina, porque volvimos a la rueda de la historia pero
para atrás.
Sólo el año que viene habrá 15.400 millones de dólares de
intereses, más una amortización de capital de 10 o 15 mil millones, si
le sumas a esto todo el circulante que en algún momento va a haber que
cubrir, tenes 41 mil millones de dólares.
Si alguien habla de
refinanciar, el Gobierno te dice: "Quieren default". El país está en
default y el año que viene si no se refinancia va a entrar en default,
con Macri, con Lavagna y con Alberto Fernández. En síntesis: está todo
bastante mal, pero electoralmente tienen poder de fuego y logran
sostener una iniciativa con la gente. Hace 20 días parecía que lo
nuestro era facilísimo y hora está cambiando. Estamos parejos. Va a ser
una elección disputada, pareja y va a ganar el que acierte en las cosas
finas. Aunque tampoco sabemos, porque en el mundo moderno los votantes
eligen en los últimos 15 días o hasta el día de la elección. No es fácil
para nadie.
-¿La campaña de Alberto está desordenada?
-Se está
empezando a ordenar. La jugada política de Cristina me pareció
importante, porque corrió el arco. Y cayó bien en el peronismo. Cristina
naturalmente debería seguir sosteniendo los votos que tiene. Es la gran
electora.
El corrimiento de la campaña lo veo como una actitud
inteligente y generosa. Y creo que la irrupción de otro peronista como
Alberto abrió la puerta a muchos otros peronistas, como mi caso.