La inflación fue de 4% en marzo y deterioró 45% el ingreso real
La inflación fue de 4% en marzo y deterioró 45% el ingreso real de los más pobres. En 2016-2018 la caída contra los precios es de casi 50% mientras que en 2018 fue de 17,2%
por Mariano Cuparo Ortiz
Durante el 2018, la inflación desplomó el ingreso de los que le pelean mes a mes a la línea de la indigencia. Y esa dinámica continuó en marzo, con una inflación de 4%, según la Fundación Germán Abdala y el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), con los incrementos del precio de la carne como protagonistas. Durante el año pasado, la caída real del ingreso de los más pobres fue de 17,2%, una contracción muy superior a la del promedio. Si se toma la totalidad del período Cambiemos, la caída real llega al 45%. Y continúa, de la mano de la devaluación.
Esos números de contracciones reales se obtienen al deflactar la
variación del ingreso del decil más bajo de la población, según ingresos
familiares per cápita, contra la variación de la Canasta Básica Total (
CBT), del Indec. Tan sólo durante el 2018, la variación del ingreso per
cápita familiar del decil 1 fue de 12,8%, mientras que la CBT trepó
54,9%. Al deflactarlo, la diferencia marca la contracción de 17,2%. En
caso de deflactarlo a partir de la Canasta Básica de Alimentos ( CBA),
la caída es de 16,4%.
El sociólogo Daniel Schteingart hizo
hincapié en el significado de esa pronunciada caída: "El cuarto
trimestre de 2018 fue particularmente horrible. Los ingresos del 10% más
pobre perdieron por más de 40 puntos contra la canasta alimentaria".
Además,
en el largo plazo, durante el período 2016-2018 el ingreso per cápita
familiar de los más pobres, que mayormente son indigentes, subió 54,6%
mientras que la CBT varió 180% durante el período, según los cálculos
del equipo de economistas de la diputada Fernanda Vallejos, que utilizó
datos de CABA para los trimestres del apagón estadístico. Por eso la
contracción llega al 45%. Si se lo deflacta con la CBA, la caída es de
40%.
La dinámica del primer cuatrimestre del 2019 promete una
continuidad de esa dinámica. El informe del IPC publicado ayer por el
IET mostró que el salario real de los trabajadores empeoró su deterioro
durante el primer trimestre del 2019 (ver página 14). Cabe esperar que
para los buscan evitar la indigencia, con ingresos más volátiles, la
dinámica no sea mucho más amigable. Y es que tras la aceleración
inflacionaria de enero de 2,9% y de 3,8% en febrero, las estimaciones no
oficiales adelantan una inflación que seguirá apretando a fondo el
pedal de la derecha. Para el Instituto de Trabajo y Economía de la
Fundación Germán Abdala (ITE-FGA) la suba de precios durante marzo fue
de 3,9%. Para el IET fue de 4%. Ambos están en línea con las mediciones
privadas, que coinciden con una variación en torno a ese número.
En
marzo "el nivel general se vio impulsado nuevamente por la suba en
alimentos y bebidas, ante el alza de las carnes, aunque también
impactaron aumentos en los servicios de telefonía celular, transporte
público para pasajeros y educación", tal como afirmaron desde ITE-FGA.
Desde
el IET detallaron algunas de las variaciones de marzo: estuvo
motorizada en primer lugar por Educación, por la entrada en el nuevo año
escolar; por Transporte y comunicaciones, donde se encarecieron el
transporte público en el AMBA, los autos nuevos y usados y la nafta;
Alimentos y bebidas, que subió impulsada particularmente por frutas y
verduras; Indumentaria y calzado, con alzas del 10% en camperas y
shorts, 8% en carteras y 7% en jeans; Esparcimiento, que subió 2,9%,
impulsado por las entradas al cine; y Salud, por incrementos en los
medicamentos del 3,2%.