Preocupa una dolarización de plazos fijos
Advierten fuerte inestabilidad y una eventual corrida por la presión de la bomba de Leliq
Preocupa una dolarización de plazos fijos - por Juan Strasnoy Peyre - BAE
El sacudón de marzo, que dejó una escalada del dólar de 10,6%, reavivó los temores acerca de las vulnerabilidades del actual esquema monetario. Muchos analistas advierten sobre el crecimiento acelerado del stock de Leliq, que ya ronda el billón de pesos, y plantean que el poder de fuego de su bomba es mayor al de las extintas Lebac, cuyo desarme desató la crisis cambiaria de 2018. A la luz de los recientes cimbronazos con una todavía moderada demanda, el riesgo de una nueva corrida con una fuerte devaluación en los próximos meses se acrecienta.
Las presiones sobre el tipo de cambio son muchas: la reaceleración
inflacionaria que compite contra tasas de los plazos fijos en pesos que
no reaccionan al mismo ritmo que la tasa de referencia, una economía que
no da señales de reactivación, la inestabilidad de los mercados
globales ante la posibilidad de un estancamiento económico de las
principales potencias y la típica dolarización preelectoral. Las armas
de un Banco Central tutelado por el FMI para enfrentarlas se limitan a
los recurrentes refuerzos al torniquete monetario que asfixian a la
economía real.
Para el ex jefe de investigaciones económicas de
la entidad monetaria Jorge Carrera, el actual esquema es aún más
vulnerable que el anterior. "El reemplazo de las Lebac por Leliq empeoró
las deficiencias", advirtió. Por varias razones: la transmisión de la
tasa de referencia a la tasa recibida por los depositantes es peor, la
banda permite saltos del dólar sin que intervenga el BCRA y las Leliq,
si bien sólo están en manos de los bancos, están atadas a los depósitos a
plazo fijo. En sólo seis meses, el stock de letras se multiplicó por
2,5 y ya pagaron intereses por $210.000 millones. En esa masa que crece y
es potencialmente dolarizable, radica el principal riesgo latente.
En sólo seis meses, las Leliq pagaron intereses por $210.000 millones y su stock ronda el billón
Un
informe de Itega coincidió en que "con el nuevo esquema de Leliq el
foco pasa de las Lebac a los plazos fijos", y planteó que "las tasas
altas pueden ser un alivio para las tensiones cambiarias actuales, pero
también pueden estar llenando el surtidor de una futura corrida". De
hecho, los operadores señalan que la demanda, aún moderada, que hizo
subir al dólar en marzo, surgió de un incipiente desarme de plazos
fijos, que se revirtió con la suba de tasas en la segunda quincena del
mes (ver página 4). "El programa hizo un gran esfuerzo para que la gente
se quede en plazos fijos. Pero el depositante sabe que hay una zona de
no intervención en la que el dólar puede aumentar 10% en pocos días sin
capacidad oficial de control, como ocurrió en marzo, que elimina la
renta que pudo hacer en tres meses. Eso hará que empiecen a dolarizarse
mientras esperan a ver qué pasa en la transición electoral", señaló
Carrera en diálogo con BAE Negocios.
Al gran volumen de plazos
fijos, que supera cómodamente el billón de pesos, hay que sumar los
abultados vencimientos de bonos y letras en pesos como fuente de tensión
cambiaria (ver aparte).
Las probabilidades de una corrida crecen
y las chances de contenerla serán limitadas, más aún después de junio
cuando haya pasado la cosecha sojera. "Yo esperaba que las turbulencias
llegaran en junio, pero los agentes se están anticipando", dijo Carrera.
Y advirtió: "Puede ocurrir un shock cambiario con overshooting
incluido"