Tarjetas de crédito: recurrir al pago mínimo es una opción muy peligrosa
Tarjetas de crédito: recurrir al pago mínimo es una opción muy peligrosa en épocas de crisis
Un experto en finanzas personales da tips para evitar caer en el Veraz
"Tengo una deuda de tarjetas de créditos de dos millones de pesos, tuve que sacar una hipoteca", confesó el reconocido director y dramaturgo Pepe Cibrián. Si bien su deuda es demasiado alta, muchos argentinos tienen el mismo problema, están endeudados con las tarjetas de crédito y no saben qué hacer. El economista Nicolás Litvinoff, director de Estudinero.net, da recomendaciones para evitar llegar a esos extremos.
En épocas de alta inflación, tasas altas, falta de financiación es muy común recurrir a las tarjetas como una prolongación del sueldo.
Muchos advierten tardíamente que esa solución a corto plazo, es un grave problema a futuro.
Litvinoff
advierte: "Tiene que ver con un tema emocional, a veces se cae en la
compra compulsiva de algo que vi y me gustó y digo me lo merezco, pero
es un autoengaño que atenta contra las finanzas personales. El uso de
las tarjetas es peligroso, disocia el momento de comprar y disfrutar un
bien con el momento de pago". El consejo es analizar bien la imperiosa
necesidad del gasto.
Uno de los errores más graves es "financiar
gastos corrientes con la tarjeta de crédito. Las cuotas siempre son con
interés o con interés, ya que puede ser un interés tangible u oculto. Si
no se ve en la cuota pura, estará en el costo del seguro de vida al
tomar deuda. En estas épocas se apunta a que la gente gaste en pequeñas
cuotas, pero las compras bajan el límite crediticio. Se toma en cuenta
el total gastado no el valor de la cuota", explica a BAE Negocios el
experto que brinda cursos de finanzas personales para evitar caer en el
Veraz.
El pago mínimo en general ronda entre el 4 o 5% del gasto
total, pero cuando se elige esta forma hay que mirar la sigla CFT que
aparece en el resumen que es el Costo Financiero Total y hoy ronda el
140% anual. Litvinoff ejemplifica: "Gasté $10.000, pagué el pago mínimo
de $500 y refinancio. Al mes siguiente, mi interés mensual ronda el 10%,
o sea que en vez de deber los $9.500 que pensaba, ya debo $10.400. Si
el segundo mes, vuelvo a hacer el pago mínimo, al tercer mes mi deuda
será de $12.000, y así sucesivamente".
Así es como la deuda va
creciendo y la gente paga y la deuda no baja, crece. Lo que se paga como
porcentaje del gasto, siempre es inferior a la tasa de interés que hoy
cobran los bancos emisores de tarjetas. Cuando ya no se puede pagar el
elevado monto total, bloquean las tarjetas, pasan al Veraz, luego
embargan los sueldos, no se puede abrir ninguna cuenta en un banco,
además de la angustia que esto genera.
Cuando se retira dinero en
efectivo con la tarjeta de crédito, el director de Estudinero.net
advierte: "En las extracciones por cajero con tarjetas de créditos no
existe el pago mínimo del 4%, la tarjeta exige que se salde el 100% de
la extracción. Si gasto $10.000 y extraigo $3000, el pago mínimo no será
de $520 (el 4% de $1300) sino de $3.400".
A la hora de ir de compras
o usar la tarjeta hay que usar los anteojos y mirar con lupa la letra
chica del C.F.T, hay que saber que hasta los planes Ahora 12 tienen
intereses. Quizás un interés más conveniente que otras financiaciones,
pero ya no son sin interés. Litvinoff aconseja recorrer y buscar precios
porque muchas veces cuando se ofrecen cuotas sin interés, el precio del
producto seguro está inflado. Siempre es mejor usar débito y no
crédito.
"Cuando se acumula deuda con las tarjetas, hay que recurrir a
amigos o familiares para poder conseguir un préstamo o hay muchas
empresas que conceden préstamos a sus trabajadores. No hay que recurrir a
créditos a sola firma que son leoninos, son lo más injusto que existe,
hoy cobran entre un 200 y un 500% anual. Si se pide un préstamo comparar
el CFT del banco emisor que cobra por no pagar, con el CFT del préstamo
que se puede conseguir", explica el experto.
La última instancia es
la que eligió el director y dramaturgo Pepe Cibrián, recurrir a una
hipoteca para saldar las deudas. Cuando se llega a esas situaciones
extremas, del bloqueo de tarjeta, no queda otra que manejarse en
efectivo y todo es más caro. Ni se puede acceder a las promociones que
muchos ofrecen con el pago contado o débito.