En 2018, las cuotas UVA subieron casi un 50%, ¿qué pasará este año?
En 2018, las cuotas UVA subieron casi un 50%, ¿qué pasará este año?
Los tomadores de este tipo de crédito hipotecario fueron uno de los sectores más perjudicados por la inflación. Cuáles son las proyecciones para 2019. Por Cecilia Camarano
Hace unos días el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) confirmó la cifra que privados (y el propio bolsillo) anticipaban: 2018 finalizó con una inflación promedio de 47,6%, alcanzando su valor más alto desde 1991.
A la hora de enumerar a los sectores más dañados por el alza en el costo de vida, los deudores de los créditos hipotecarios UVA están sin lugar a duda en el tope de la lista.
. Si se tiene en cuenta que la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA), con la
que ajustan los créditos indexados, valía a comienzos del 2018 $ 21,15,
y cerró el 31 de diciembre en $ 31,06, los tomadores de este tipo de
préstamo sufrieron un incremento de 46,9%. Es decir, que su deuda creció
a la par de la inflación.
En este marco, quienes accedieron al
crédito por $ 1.000.000 en enero de 2018, deberán afrontar ahora el pago
de casi $ 1.500.000.
Ninguno de los bancos que ofrecieron los
créditos UVA planteó, al momento de hacer sus simuladores de cuota on
line, un escenario similar ni cercano al que afrontan hoy los deudores,
quienes desde algunos meses conformaron un grupo de damnificados para
visibilizar su situación.
Cuando Mauricio Macri anunció los préstamos
UVA, que se perfilaban como el caballito de batalla para la
reactivación del mercado inmobiliario (y efectivamente durante un tiempo
lo fueron), la letra chica señalaba que, si desde el inicio las cuotas
subieron 10 puntos porcentuales más que lo que habrían aumentado al
ajustarse según el Coeficiente de Variación Salarial del INDEC, el
cliente podía pedir que le recalculen los pagos por única vez con un
plazo hasta 25% mayor.
Sin embargo, el paso del tiempo derribó una de
las promesas oficiales: la que aseguraba que la cuota del crédito iría
en sintonía con las actualizaciones de salarios. A noviembre de 2018, el
Coeficiente de Variación Salarial oficial era del 27,6%. Casi veinte
puntos por debajo del incremento que presentaba el crédito.
Otra de
las promesas a modo de “oferta de lanzamiento” fue que la cuota de los
créditos hipotecarios no superaría a la de un alquiler. Si bien aún
faltan los datos oficiales del último trimestre del año, las
inmobiliarias aseguran que el incremento para los inquilinos estuvo
cerca del 30% promedio en Ciudad, mientras que quienes alquilan aseguran
que llegó al 45%.
Para el analista económico y director de la
consultora Focus Market, Damián Di Pace, si bien “el crédito está
disponible, la restricción para acceder es muy alta”, debido a la
relación cuota/ingreso.
“Muchos dicen que el valor de las viviendas
está bajando, pero obviamente es por una contracción de la demanda por
falta de crédito. Así y todo, la baja es mínima”, argumentó. “Para
empezar, la tasa fija para acceder al crédito fue subiendo desde un 3,5%
hasta un 10%, y como el UVA se ajusta por inflación, lo que hay es una
gran dependencia de la variación salarial”, explicó en diálogo con
ámbito.com.
Consultado acerca de cuáles son las posibilidades de los
deudores para alivianar su situación, Di Pace observó: “Ellos tienen una
sola bala de plata para gastar, que es pedir el refinanciamiento. Con
lo cual, si ya gastaron esa pólvora, después no va a haber nadie que los
salve. Y la experiencia indica que, en treinta años en Argentina,
pueden pasar muchas cosas. Tomando en cuenta los últimos treinta, hubo
por lo menos cuatro saltos inflacionarios, y estoy hablando solo de los
grandes”.
En octubre, el Gobierno sumó una alternativa para los
tomadores de créditos UVA. Se trata de una cláusula gatillo para pedir
un tope en la actualización de las cuotas, e incluye a aquellos a
quienes la variación de la mensualidad haya superado en un 10% el avance
de su sueldo en el mismo lapso. Según el Gobierno, uno de cada tres
deudores está en condiciones de pedirlo. Sin embargo, para los deudores,
no es una opción.
Claudia Tilo tiene 53 y hace dos años accedió a un
crédito UVA para adquirir su primera vivienda, en el barrio de
Balvanera. Jefa de hogar de una familia monoparental, y con dos hijas,
Tilo integra el colectivo de Hipotecados UVA, que se extiende a lo largo
y ancho del país y ya cuenta con 3.000 damnificados.
“El tope no es
una buena opción para nosotros, porque lo que no pagás ahora lo pagás
después, y con intereses”, señaló. “Lo que nosotros necesitamos es que
el Gobierno se haga cargo de esta problemática, porque estamos haciendo
un esfuerzo muy grande para pagar, tenemos depositados allí los sueños
de toda nuestra vida. Hay compañeros del colectivo que trabajan más de
14 horas por día, necesitamos que nos escuchen”, señaló a este medio.
Hasta
ahora, el único político del oficialismo que los recibió fue Daniel
Lipovetzky. Pese a buena predisposición, el diputado poco pudo hacer,
pues preside la Comisión de Legislación General, y la que debe tratarlo
es Finanzas. En este año electoral, la apuesta de los deudores es que la
oportunidad política les juegue a favor y se debata al menos uno de los
proyectos que presentó la oposición.
Para 2019, las previsiones son
de estabilidad. “Este va a ser un mejor año”, señaló Di Pace. “Teniendo
en cuenta que la inflación sea del 30%, para los que sacaron el crédito a
una tasa de 3,5% no es lo mismo que a una tasa del 10% porque estarían
teniendo un 33,5% frente a 40% de acumulado de ajuste de la cuota, a lo
largo del año”.