El FMI pide pagar menos a los futuros jubilados
El FMI pide pagar menos a los futuros jubilados
El número dos del organismo, David Lipton, presentó anteayer en Tokio un informe con las recomendaciones del Fondo para los distintos países sobre los sistemas jubilatorios. A la Argentina le plantea expresamente disminuir el ingreso inicial de los jubilados.Por Tomás Lukin
Aumentar la edad de retiro y extender los años de aportes para acceder a la jubilación son algunas de las sugerencias del FMI a nivel global.
Aumentar la edad de retiro y extender los años de aportes para acceder a la jubilación son algunas de las sugerencias del FMI a nivel global.
El Fondo Monetario Internacional vuelve a la carga con la reforma del
sistema previsional. Después de la modificación de la fórmula de
movilidad de las jubilaciones, la eliminación de las moratorias para
crear una pensión por vejez equivalente al 80 por ciento de la mínima,
incrementar la edad de retiro para las mujeres más vulnerables y
habilitar la venta de los activos del FGS de la Anses para financiar el
déficit, llega el turno del ajuste en el cálculo de la jubilación
inicial. Un documento publicado esta semana por el FMI recomienda a la
Argentina reducir la tasa de sustitución: la relación entre el haber
inicial y el salario promedio previo al retiro. Refugiada detrás de la
necesidad de garantizar la sustentabilidad del sistema, la propuesta del
staff del Fondo implica reducir el ingreso que reciben los nuevos
jubilados. La misma sugerencia corre para Brasil, donde el flamante
gobierno ya se comprometió a una reforma que, entre otras
transformaciones, incremente la edad jubilatoria y dé lugar a las AFJP.
Las autoridades del FMI proponen además que los trabajadores activos “se
preparen para el futuro ahorrando más y extendiendo sus vidas
laborales”. En línea con esos preceptos el gobierno promociona los
seguros de vida y retiro (ver aparte).
“Para lidiar con los costos
del envejecimiento, muchos países implementaron significativas reformas
de los sistemas de pensiones a lo largo de los últimos años. Las
reformas apuntan en gran parte a contener el crecimiento en el número de
jubilados, modificando los parámetros clave del sistema; por ejemplo,
incrementando la edad de jubilación, endureciendo las reglas para
acceder, reduciendo el tamaño de las pensiones a través del ajuste en el
cálculo de los beneficios”, explican los técnicos del FMI al relanzar
las habituales recomendaciones del organismo en materia previsional. Los
autores del documento titulado “El futuro del ahorro: el rol del diseño
de los sistemas de pensiones en un mundo que envejece” consideran, sin
embargo, que los cambios no fueron suficientes. Por eso, explican, se
necesitan “reformas adicionales”. Las sugerencias no son generalidades
sino que tienen destinatarios puntuales que se precisan entre
paréntesis. A la Argentina y Brasil les corresponde “reducir la tasa de
sustitución”.
La sugerencia del Fondo no es novedosa. El ajuste de
las jubilaciones iniciales formó parte del listado de propuestas
desarrollado en su primer informe del Artículo IV realizado después de
una década. Para enfrentar las dificultades financieras exacerbadas por
las políticas del gobierno, el documento publicado en noviembre de 2016
proponía: 1) modificar la movilidad jubilatoria, 2) incrementar la edad
de jubilación de las mujeres, 3) separar presupuestaria y
administrativamente la seguridad social de la asistencia social, 4)
incrementar la participación laboral y 5) reducir la tasa de
sustitución. Consumados los primeros dos puntos con graves consecuencias
para la capacidad de compra de los jubilados y mayores niveles de
exclusión entre los adultos mayores, el organismo retoma sus propuestas.
Dos años atrás aconsejaba reducir la tasa de sustitución promedio del
72 por ciento al 60 por ciento, una quita de más de 10 puntos. ¿Cómo?
Una posibilidad es reducir el coeficiente de la determinación del haber
que multiplica cada año de aportes (hoy es 1,5).
“La recomendación de
reducir la tasa de reemplazo muestra que el FMI no solo pretende
ajustar la cobertura del sistema, sino que también busca que los nuevos
jubilados tengan un menor haber”, advertía entonces un informe del ITE
de la Fundación Germán Abdala, donde señalaba que “la instrumentación de
una iniciativa en este sentido tampoco parece estar exenta de riesgos
de mayor litigiosidad”.
El nuevo documento del FMI es lo que se
denomina una Staff Discussion Note. La investigación fue elaborada por
los técnicos David Amaglobeli, Hua Chai, Era Dabla-Norris, Kamil
Dybczak, Mauricio Soto y Alexander Tieman. Como sucede con la mayoría de
las publicaciones del organismo, la portada incluye una “renuncia de
responsabilidad” donde indica que las visiones expresadas en el
documento no necesariamente representan al FMI. No es el caso. La
presentación en sociedad del documento anteayer en Tokio estuvo a cargo
de David Lipton, subdirector gerente del FMI y hombre fuerte en la
estructura de poder como representante de Estados Unidos. “¿Cuál es
nuestra recomendación? Instamos a los países a pensar bien los sistemas
de pensiones y las redes de protección social más efectivos, y después
poner en marcha las reformas necesarias”, comentó el número dos del
organismo que encabeza la francesa Christine Lagarde.
“Odio sonar
como el FMI en este punto, pero hay países cuyos generosos sistemas
públicos de pensiones pueden llevar a las finanzas públicas a una
difícil situación. Deben considerar pasos como limitar las jubilaciones
tempranas que reduciría las vulnerabilidades de largo plazo”, expresó
Lipton. Sin hacer referencias específicas, el documento reclama, siempre
en pos de la sustentabilidad, “reducir la generosidad de los sistemas
públicos”. El mecanismo para lograrlo es que los trabajadores activos
“se preparen para el futuro ahorrando más y extendiendo sus vidas
laborales”.