Crece la polémica por alza en tarifas de electricidad
Crece la polémica por alza en tarifas de electricidad
EN FEBRERO AUMENTA 26% EL PRECIO MAYORISTA Y 700% EL COSTO DE LA POTENCIA EN TODO EL PAÍS - Además, en marzo se aplicará en Capital Federal y GBA una suba para compensar a las distribuidoras por la inflación.
Crece la polémica por alza en tarifas de electricidad Por Silvia Peco
El aumento en las tarifas de electricidad que se aplicará desde febrero suscita cada vez más cuestionamientos, destacándose el rechazo de las cooperativas que prestan el servicio en el interior del país.
El tema tiene aspectos complicados que crean dudas sobre el verdadero
impacto en las facturas finales de los usuarios. Esto es así porque
según la resolución 366 ya publicada en el Boletín Oficial el precio
mayorista de la energía que se paga en todo el país, tendrá un alza del
26% en febrero, del 5% adicional en mayo y de otro 5% en agosto, lo que
acumula una suba del 39% con relación al valor actual.
Aunque hasta
ahora las fuentes oficiales estimaban que el precio mayorista equivale a
una tercera parte de la factura final con impuestos, en el documento de
la Secretaría de Energía distribuido por Javier Iguacel el 27 de
diciembre, se indica que el 55% de la boleta de un usuario residencial
de Capital Federal y Gran Buenos Aires corresponde al precio de la
energía.
Si se toma ese dato como cierto, el 55% de la factura
tendría a agosto próximo un alza del 39% como establece la resolución
366, lo que arrojaría un aumento del 21,4% en la factura final y no del
55% como anticipó Iguacel para un residencial del AMBA.
Según dijo el
exfuncionario un día antes de irse del Gobierno, las tarifas de luz
subirán en Capital y Gran Buenos Aires un 26% en febrero, un 14% en
marzo, un 4% en mayo y otro 4% en agosto, lo que acumulado implica un
alza del 55%.
Lo que pasa es que no sólo se modificó el precio
mayorista, sino que también se dispuso un aumento espectacular en el
precio de la potencia que pasará de $10.000 en la actualidad a $80.000
en febrero (700%), a $100.000 en mayo y a $120.000 en agosto, lo que
arroja un alza acumulada del 1.100%.
El precio de la potencia no está
discriminado en la factura de los usuarios residenciales porque queda a
cargo de la distribuidora pero se traslada a los consumidores, lo que
podría explicar los aumentos finales anticipados para los hogares del
AMBA.
En cambio los usuarios medianos y grandes de las distribuidoras
pagan también por la potencia adquirida, y todavía falta un análisis
del impacto en la factura final de estos consumidores, para lo que se
requiere la publicación de los cuadros tarifarios. Fuentes oficiales
aseguraron que en Capital y GBA el alza para este segmento no superará
el 36% a agosto, aunque otros analistas temen que el aumento derive en
el cierre de más plantas fabriles porque el impacto podría ser muy alto
en algunos casos.
En principio, para los residenciales de todo el
país el efecto será significativo. Por eso, Carlos Ciapponi, titular de
CALF, la cooperativa eléctrica que presta el servicio en la ciudad de
Neuquén, dijo el viernes que “el aumento determinado por Cammesa tiene
un impacto tremendo, porque no solamente ha aumentado el concepto de
energía sino también el cargo por potencia, el 700%, y el aporte al
fondo nacional para obras eléctricas”.
Por otra parte, en el caso de
Edenor y Edesur, el Gobierno se comprometió a reconocer un ajuste por
costos cada seis meses, precisamente en febrero y agosto de cada año,
según una fórmula que contempla el índice de precios al consumidor, el
de la construcción y el de salarios en el semestre inmediato anterior.
Según
fuentes de una de esas distribuidoras, el aumento anunciado para marzo
en el AMBA corresponde al ajuste por inflación. Pero ya para agosto
próximo, la suba anunciada solo parece estar relacionada con el precio
mayorista y la potencia. Por lo cual, hay un aumento que falta o que se
postergará para después de las elecciones, a lo que se debe sumar que en
agosto de 2018 a estas empresas les correspondía un alza del 16% en sus
ingresos, y el Gobierno les dio un 8%, dejando el resto para aplicarlo
actualizado a partir de febrero en cuotas.
Hay además otro problema
serio sin resolver. Las provincias y la Ciudad de Buenos Aires quedaron a
cargo de la tarifa social, pero todavía ninguna jurisdicción definió si
mantendrá los mismos criterios para la inclusión de los hogares en el
beneficio y cuánto cubrirá del precio mayorista de la energía sobre el
que recaía hasta ahora el subsidio del Estado nacional.