El deterioro social no dará tregua en el inicio de 2019
El deterioro social no dará tregua en el inicio de 2019
Los primeros meses del año mostrarán salarios en caída y pobreza en alza por Juan Strsnoy
El derrape de 2018, que generó el mayor deterioro social desde 2002, no tendrá una pronta recuperación. Lejos de los deseos del brindis, el año que comenzará este martes traerá, en el mejor de los escenarios, largos meses de caída de los salarios y pobreza en alza. Y una potencial recuperación recién se vería en el segundo semestre.
Ante la fuerte desconfianza en el programa financiero y el largo proceso electoral que amenazan la pax cambiaria, la incertidumbre nubla las proyecciones.
Los análisis de base optimista coinciden en que durante el primer
trimestre la actividad seguirá en recesión y la mayoría de los gremios
sumarán algunos puntos en las revisiones paritarias con los que buscarán
compensar parte de la pérdida salarial de este año y pelearán contra un
piso inflacionario superior al 2% mensual que dejará el arrastre de
2018. A eso, se sumará la presión de los tarifazos, que se aplicarán en
su mayor parte en los primeros meses, de hasta el 55% en energía y 40%
en transporte.
La cuesta arriba será muy empinada. El salario real
cerró 2018 con una caída interanual de 13-14% (según estimaciones de IET
y de ITE-FGA), que empujó a la pobreza a más de 2 millones de personas
(ODSA-UCA). “Siguiendo las presunciones optimistas del Gobierno, habría
un rebote muy pequeño del poder adquisitivo (unos 4 ó 5 puntos) y
quedaría muy lejos de recuperar lo perdido. En el supuesto optimista en
que logren contener el dólar, se consolidaría un piso de pérdida
ingresos de 15-20% desde 2015”, consideró Hernán Letcher, director de
CEPA, consultado por BAE Negocios.
En cuanto a la pobreza, sostuvo
que podría haber una recuperación de 1 ó 2 puntos “si se confirma el
pequeño rebote de los ingresos populares”, aunque esto también
implicaría la consolidación de buena parte del aumento de 2018. Además,
el potencial rebote llegaría recién en el segundo semestre; en la
primera mitad los indicadores sociales serían peores que un año atrás.
Para
Daniel Schteingart, analista del IET, los indicadores sociales tendrán
“su peor momento en el semestre móvil que agrupa al 4° trimestre de 2018
y el 1° de 2019 y después podría estabilizarse a partir de las
reaperturas paritarias por lo perdido en 2018 que darían lugar a una
recomposición muy lenta de los ingresos”.
Consultado por este diario,
estimó que a partir de enero podría empezar a haber variaciones
mensuales (sin estacionalidad) positivas pero en términos interanuales
los salarios caerán al menos durante todo el primer semestre.
El
coordinador del Observatorio del Derecho Social, Luis Campos, coincidió
en que es “muy difícil hacer proyecciones” en este marco de
incertidumbre. “En un escenario optimista, no habría que descartar un
año de crecimiento del salario real, impulsado por aumentos nominales
importantes pendientes de las revisiones ya acordadas a los que luego se
sumarían los provenientes de la negociación salarial 2019,
principalmente a partir de abril”, apuntó a este diario. En ese caso,
sostuvo que las mejoras interanuales empezarían a verse hacia mediados
de año.
Y aclaró: “En un escenario pesimista que no conduzca a un
estallido (que tampoco hay que descartar), no estaríamos frente a algo
necesariamente distinto a lo que pasó en 2018”.
El Gobierno busca
fijar un techo del 23% a las paritarias 2019 en línea con su previsión
para el IPC (los privados ya hablan de una inflación cercana o superior
al 30%). Y logró con éxito la firma de tres convenios en esa pauta. Por
eso, en condiciones de estabilidad económica, la recuperación de las
condiciones de vida en el 2° semestre dependerá de las revisiones
salariales por lo perdido en 2018, que están discutiendo muchos gremios
en estos momentos.
Un informe del Instituto de Trabajo y Economía
(ITE-FGA explicó que Comercio, que será la punta de lanza del Ejecutivo
para marcar la cancha en las paritarias de 2019, ya acordó una
recomposición del 20% por la caída del poder adquisitivo de este año,
sin embargo, “son pocos los sectores que están alcanzando incrementos de
esa magnitud”. “Parece improbable que a nivel agregado durante 2019
haya espacio para una recomposición significativa de los salarios. Más
difícil parece volver a los niveles de 2017, y ni hablar de los de 2015,
que quedaron definitivamente archivados”, concluyó el estudio.
Así, las condiciones de vida seguirán mostrando un deterioro en la primera parte del año. Hacia delante todo está por verse.