Lilita explosiva: "El presidente tiene que elegir entre Carrió y Angelici, elige o cae"
Lilita explosiva: "El presidente tiene que elegir entre Carrió y Angelici, elige o cae"
LPO "Si se va con Angelici no vamos a estar ahí, tiene que dar una respuesta", emplazó Carrió a Macri. La crisis se veía venir. Este sábado por la noche Carrió le dirigió a Macri algo muy parecido a un ultimátum. "Si yo encubro no puedo dormir y me suicido, por eso en vez de suicidarme elijo denunciar, aunque tenga que ser Cambiemos y le toque al presidente de la República", afirmó la diputada en un encuentro en Corrientes.
La diputada aprovechó la presentación de un libro de su amiga Mariana Zuvic, para emplazar a Macri o en todo caso, preparar el terreno para su ruptura con Cambiemos.
"Siempre dije: el presidente está entre la línea de Angelici y la línea
Carrió y va a tener que elegir. Tiene tiempo para elegir, pero sabe que
o elige o cae", afirmó con una frase muy inquietante, sin especificar
que quiso decir con "cae".
Carrió tuvo una pésima semana y no lo
ocultó. Primero en diputados sus pares macristas no la defendieron
cuando el peronismo le impidió asumir la presidencia de la comisión
bicameral que controla a los fiscales. Luego el ministro de Justicia,
Germán Garavano, dijo que no era bueno que los ex presidentes vayan
presos, cuando en una entrevista le preguntaron sobre la posibilidad de
quitarle los fueros a Cristina Kirchner.
Esto enfureció a Carrió que
denunció un pacto de impunidad, para mantener a Cristina libre hasta las
elecciones, en un paso más de la polarización y la utilización de la
grieta, que abonan Marcos Peña y Jaime Durán Barba. Y este viernes por
la noche llegó la gota que colmó el vaso: Macri autorizó al titular de
la AFIP, Leonardo Cuccioli, a echar a los directivos de la AFIP cercanos
a Carrió que estaban investigando las coimas que pagó su primo Angelo
Calcaterra, en un caso que podría salpicar también a su hermano
Gianfranco y su amigo Nicolás "Nicky" Caputo.
Macri desplaza a los hombres de Carrió de la AFIP y lleva la tensión al limite
La
discusión de Carrió en rigor la excede. Es la expresión más visible de
sectores muy poderosos del establishment empresario y mediático que no
comparten para nada el riesgo que implica el juego a la polarización con
Cristina que ensayan Macri y Marcos Peña. Con la imagen del gobierno en
caída y una crisis social y económica que da pie al relato
kirchnerista, estos grupos de poder no entienden porqué deberían
arriesgarse a un regreso de la ex presidenta.
Como no acepté
contribuciones de campaña no soy presidente, pero soy autoridad
nacional. Tengo la autoridad de la palabra que no la tiene el
presidente.
Carrió no se privó de remarcarle a Macri su supuesta
superioridad moral. Al hablar de la corrupción argentina afirmó: "Toca
parte de Cambiemos por supuesto. No es posible que hayan existido
partidos con relación con las empresas de obra pública, salvo nosotros.
Somos la única fuerza política que puede hablar de contribuciones de
campaña, porque no la recibimos. Por eso no soy presidente, pero soy
autoridad nacional. Tengo la autoridad de la palabra que no la tiene el
presidente", afirmó.
Incluso cuestionó a los "cinco, seis o siete
empresarios" que manejan el país. "Son los que davalúan, los que fijan
el precio del acero, del aluminio", afirmó en obvia referencia a Paolo
Rocca y Javier Madanes de Techint y Aluar. De hecho, el CEO de Techint
declaró este viernes ante Bonadío en la causa de los cuadernos porque su
grupo pagó coimas al kirchnerismo y antes y después de ese paso
procesal, compartió una actividad pública con Macri.
"Estamos en una
bisagra histórica en la lucha contra la impunidad, que se juega ahora en
Cambiemos, tenia que pasar, había doble juego", agregó Carrió y
advirtió "o se va con Angelici o hacemos el cambio en serio", un en
golpe durísimo al relato que el Gobierno intenta consolidar.
"Si se
va con Angelici es los barrabravas, los contenedores, el arreglo con los
jueces, los equipos de fútbol, Moyano, Nosiglia. Y no vamos a estar ahí
porque somos millones los argentinos que hemos padecido todas las
crisis", apuntó en su párrafo más claramente rupturista.
Para
enseguida moderarse, a medias. "Pero no me voy a ir porque no voy a ser
funcional a los que me quieren echar. Yo garantizo la gobernabilidad, es
cierto que el presidente me busca, pero tiene que dar una respuesta, yo
ya no necesito hablar. El partido está jugado", concluyó críptica.