SIP miente con que Argentina afecta la libertad de prensa
LA UBICA EN EL MISMO GRUPO QUE A CUBA Y VENEZUELASIP miente con que Argentina afecta la libertad de prensa
La Sociedad Interamericana de Prensa concluyó su asamblea semestral en Panamá. Fiel a la política del Departamento de Estado, cuestionó a los gobiernos progresistas de la región. Al argentino lo ubicó como “hostigador” de la libertad de prensa.EMILIO MARÍN
La SIP se precia de reunir a 1.300 medios de prensa y ser la expresión más acabada de la prensa democrática. Su sede central está en Miami y su fundador fue un agente de la CIA y coronel del Ejército norteamericano, Jules Dubois.
Por eso conviene precisar que esa entidad no representa al periodismo
sino a patronales periodísticas. Y así lo acredita la nómina de
representantes argentinos a la asamblea finalizada este lunes 9 en
Panamá. Carlos Jornet, titular de la patronal ADEPA, informaba de esa
lista de colegas en el Hilton de Panamá: “junto con el enviado especial
de La Voz del Interior, la delegación argentina en la reunión de la SIP
es integrada por Bartolomé Mitre, Fernán Saguier y Norberto Frigerio,
por La Nación; Marcela Noble Herrera y Martín Etchevers, por Clarín;
Daniel Dessein, La Gaceta de Tucumán; Leonor, Juan y Sebastián
Etchevehere, El Diario de Paraná; Raúl y Ernesto Kraiselburd, El Día de
La Plata; Alejandro Olmos y Carlos Lucido, Grupo Crónica”.
El
director del matutino cordobés escribió que todos los asistentes se
interesaban por la muerte del fiscal Alberto Nisman, a quien se rindió
un sentido homenaje con un minuto de silencio aprobado por unanimidad a
propuesta del enviado de “La Nación”, Norberto Frigerio.
Aunque
no dio detalles de quiénes introdujeron el tema Nisman en la asamblea
-cuyos temarios, seminarios y comisiones no tenían nada que ver con
dicha muerte- es fácil deducirlo. Esos diarios Clarín (que controla a La
Voz) y “La Nación” fogonearon primero la descabellada denuncia del
fiscal y luego la idea que su muerte fue un “crimen de Estado”.
Para
decirlo directamente: los medios hegemónicos de Argentina fueron a la
reunión en el istmo para acusar al gobierno argentino de muchos delitos
que no cometió, como el de ser enemigo de la libertad de prensa. Y para
esa falsedad les vino como anillo al dedo el caso Nisman, para sembrar
más dudas sobre las cualidades democráticas de Cristina Fernández de
Kirchner.
Algunos de los temas considerados por la asamblea
tenían que ver con una preocupación empresaria, si se quiere legítima,
como es la búsqueda de los medios gráficos para recaudar dinero en base a
sus medios digitales. Por eso el Seminario 1 era “Paywalls y otras
formas de monetización de contenidos digitales: la necesidad de lograr
ganancias en los negocios digitales presenta dos caras. Los muros de
contenido, por un lado, y los programas para micropagos que venden hasta
un solo artículo, una foto, un video, etc.”.
Al menos en este
punto los popes de la SIP no se travestían como vírgenes del periodismo
desinteresado y sólo obsesivo con “la verdad”, sino que dejaban ver sus
finos trajes de comerciantes de la información, que es su mercancía.
Contra lo progresista
Otros
seminarios e informes de comisiones, en cambio, ingresaron de plano en
lo político, con el contenido reaccionario y antipopular que caracteriza
desde siempre a la entidad que hoy preside Gustavo Bohme, del diario La
República de Perú, quien inauguró las deliberaciones y compartió el
escenario con el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela.
Esos
contenidos en sintonía con los monopolios de la comunicación se vieron
en la Mesa Redonda titulada “Restricciones legales”, que tuvo esta
presentación: “varios gobiernos de la región han recurrido a la
utilización de mecanismos legales para restringir la libertad de prensa
aduciendo la necesidad de democratizar las comunicaciones”. ¿Contra qué
gobiernos apuntaban? Fácil deducirlo porque de la Mesa participaban los
Vicepresidentes Regionales de la Comisión de Libertad de Prensa e
Información para Argentina, Bolivia, Ecuador, Uruguay y Venezuela. El
representante argentino es Daniel Dessein, de La Gaceta de Tucumán,
quien brindó un informe lapidario sobre las libertades del periodismo en
la República.
Para aclarar aún más sobre el sentido opositor de
esa Mesa Redonda, cabe puntualizar que el presentador fue Adrián
Ventura, columnista de “La Nación” y que también se desempeña en Todo
Negativo, del grupo Clarín.
Ese mismo sesgo pro-norteamericano
tuvo el Panel titulado “Debilidad institucional: un lastre para América
Latina”. Fue presentado con esta introducción: “la falta de
independencia de los poderes públicos, las turbulencias políticas y la
ausencia de transparencia, contamina la democracia latinoamericana y
afecta la libertad de expresión y de prensa”.
Allí hubo un debate
político porque uno de los expositores, Luis Moreno Ocampo, se atrevió a
cuestionar a diarios de la SIP por determinadas coberturas muy
opositoras, como la que él vio en Buenos Aires del caso Nisman y de la
marcha del 18F. Según Jornet eso generó críticas contra el expositor y
muestras de acuerdo, en cambio, con la intervención del otro orador,
Edison Lanza, relator especial para la Libertad de Expresión de OEA.
Lanza tomó la ídem contra los gobiernos, salvando a los medios
patronales.
Lo llamativo es que el moderador de este panel fue
Danilo Arbilla, de la revista Búsqueda, de Montevideo, quien supo ser
secretario de prensa de la dictadura uruguaya surgida del golpe de
Estado de 1973. A pesar de semejante baldón, posteriormente fue
presidente de la SIP y hoy, jubilado, modera estas reuniones y
¡dictamina sobre las democracias latinoamericanas!
Otro capítulo
que no podía faltar era el de Cuba. A pesar de los signos de distensión
en la relación del imperio que bloquea (EE UU) con el afectado (Cuba),
en la comisión hubo de todo menos equidistancia o ecuanimidad. Esta
reunión fue presidida por la bloguera contrarrevolucionaria Yoani
Sánchez, vicepresidenta regional de la SIP para Cuba, un cargo
seguramente bien rentado y creado a su medida. La mujer, que se reporta a
la derecha norteamericana y española, declaró que “la profesión de
periodista sigue siendo de las más peligrosas en Cuba”.
¿Quiénes son hostigadores?
El
informe de Dessein sobre la libertad de prensa en Argentina fue hiper
crítico hacia el gobierno nacional. Y sirvió de base para que a la hora
de votar resoluciones, sobre once, hubo dos condenatorias de las
autoridades argentinas.
Una porque entiende que la presidenta CFK
“aprieta” al periodismo crítico, basándose en las referencias de la
mandataria a “la cadena del odio y el desánimo”, en algunos de sus
discursos, la rotura de dos páginas de Clarín por el ex jefe de
Gabinete, etc. Esta resolución insiste en cuestionar la ley de servicios
de comunicación audiovisual y por no respetar a Clarín en su propuesta
de adecuación voluntaria. Obviamente nada dice de las objeciones bien
fundadas de Martín Sabbatella y la AFSCA contra dicha propuesta, por
conexión entre directivos, representantes y abogados de varios de los
subgrupos presentados por el holding Magnetto en empresas del país y el
extranjero.
La otra resolución adversa al Estado argentino lo
acusa de aumentar el gasto en pauta publicitaria y direccionarlo en
favor de medios oficialistas, sin respetar un fallo de la Corte Suprema
de Justicia.
Con un envidiable nivel de sincronización y
anticipo, en los debates de la SIP se cuestionó al gobierno por
presionar judicialmente a Clarín y “La Nación” con la causa Papel
Prensa. Entre el 6 y 9 de marzo funcionó en Panamá esa defensa
corporativa patronal, y el fiscal fiscal Leonel Gómez Barbella recién
pidió la indagatoria de tres directivos de esos medios el 11 de marzo,
desechada inmediatamente por el juez Julián Ercolini. En este caso, para
decirlo con ironía, funcionó el periodismo de anticipación...
La
SIP defiende lo suyo y a los suyos. Varios directivos de esos dos
diarios están en lugares de dirección importantes: Bartolomé Mitre es
secretario, Fernán Saguier es presidente de la comisión de “Asuntos
Internacionales” y vice de la de “Desarrollo Estratégico”, y Marcela
Noble Herrera es presidente de la comisión “Premio SIP”.
Así fue
que la entidad puso las manos al fuego por la pureza de la compra de
Papel Prensa durante la dictadura y con la familia Graiver secuestrada
por el I Cuerpo de Ejército.
Mal que le pese a la SIP, en sus
deliberaciones aparecieron algunas contradicciones, porque en un panel
se discutió sobre “El control de los gobiernos a través del Internet”. Y
eso obviamente no puede ser achacado a Cuba, donde la red todavía
funciona con lentitud sino más bien a la administración Obama, la CIA,
NSA y su espionaje ilegal sobre el mundo.
Salta a la vista la
parcialidad de la entidad porque sienta en el banquillo a los gobiernos
de Venezuela, Argentina, Ecuador, Bolivia y Uruguay, por sus leyes sobre
medios de comunicación. Paolillo los llamó “gobiernos hostigadores” de
la prensa. Pero el informe semestral en Panamá informó que hubo ocho
periodistas asesinados en Colombia, Honduras, México, Paraguay y Perú.
Los peligros para el periodismo vienen de otro lado...
En Panamá
se acusó al gobierno argentino por el exilio del periodista ligado al
sionismo Damián Patcher, quien dijo sentir miedo y se fue a Israel.
Suena a burla frente a esos 8 crímenes. Y cuando Julian Assange sigue
recluido en la embajada de Ecuador en Londres desde el 19 de junio de
2012.
http://www.laarena.com.ar/opinion-sip_miente_con_que_argentina_afecta_la_libertad_de_prensa-134427-111.html