Sin resultados económicos, Macri posterga hasta mayo
Sin resultados económicos, Macri posterga hasta mayo la definición de su plan electoral
Por la disparada del dólar, el Presidente dilató los tiempos de campaña. Es la primera vez que el PRO muerde los plazos legales para definir candidaturas. Riesgos políticos.
(Foto: AFP) Por Claudio Mardones Tiempo
Desde el año pasado el presidente Mauricio Macri tiene una indicación discursiva inviolable: no hacer pronósticos públicos sobre el futuro de la economía. La decisión busca preservarlo, al menos un poco, de la erosión que provoca la crisis en su imagen y en el deterioro de los niveles de aceptación de su gobierno. Detrás de ese libreto comunicacional, la mesa chica que reagrupó el líder del PRO para planificar la campaña por su reelección tiene una fecha de corte.
“Vamos a esperar a los índices de inflación de abril, que serán 
publicados en mayo, y también la evolución de los sectores más golpeados
 por la crisis, para verificar si realmente hay una recuperación”, 
confió a Tiempo un alto funcionario de la Casa Rosada que transita “la 
diaria” del Ejecutivo. A diferencia de las corridas cambiarias del año 
pasado, esta vez el Presidente no armó un “comité de crisis” por la 
evolución del dólar, pero se comunica “sistemáticamente” con el ministro
 de Hacienda, Nicolás Dujovne. Dicen que “de lunes a lunes”.
Temor verde
Hace
 un mes, tal como contó este diario, los cálculos de la Casa Rosada 
apostaban a una depreciación mensual del peso cercana al 2 a 2,5%. Una 
devaluación controlada que tocaría la paridad máxima acordada con el FMI
 de 49,50 recién después de las elecciones. Esas previsiones, que ya 
generaban zozobra en el elenco de campaña, saltaron por los aires en las
 últimas semanas y obligaron a sus funcionarios a admitir, en privado, 
que la máxima debilidad de la credibilidad presidencial está atada a la 
evolución del billete verde. “No podemos encarar una campaña con el 
dólar a los saltos. Es preferible una campaña con alta recesión e 
inflación alta, que con la divisa a los tumbos y saltando como si fuera 
un sismógrafo descontrolado”, reconoció otro importante inquilino de la 
Casa de Gobierno. La misma fuente aceptó que la existencia de “un punto 
de equilibrio para tomar definiciones, como mucho, a mediados de mayo”: 
entonces faltará un mes para el 22 de junio, la fecha legal para 
presentar las listas que competirán en las primarias nacionales del 11 
de agosto.
La “dead line” de mayo es parte de la hoja de ruta 
acordada luego de la reactivación de la mesa decisoria que reporta al 
Presidente, integrada por el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la 
gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal; el alcalde porteño, Horacio
 Rodríguez Larreta; y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
Además
 del febril monitoreo del tipo de cambio, la mesa chica estará pendiente
 de que se confirmen dos pronósticos íntimos, también atados al 
veredicto de la política económica de Cambiemos bajo monitoreo del FMI: 
la disminución de la inflación y la evolución de actividad de distintos 
sectores muy golpeados por la crisis. “Tenemos que ver cómo se mueven 
los sectores que tuvieron caídas muy graves en 2017. Si las 
recuperaciones no se sienten a partir de mayo y junio, no tendremos 
comparativas concretas para hablarle al electorado. Ese será el momento 
donde sabremos el termómetro de la calle, pero muy encima de los 
plazos”, agregó una fuente del Palacio de Hacienda que defiende a 
rajatabla las previsiones “positivas” que Dujovne le repite al Gabinete 
en cada reunión y que le actualiza a Macri en cada telefonazo.
Unidos por el espanto
La
 composición de la mesa chica que desmenuzó en privado las variables 
económicas más delicadas para el futuro de Macri no es nueva. Volvió a 
funcionar luego de meses de debates internos que distanciaron a sus 
protagonistas, por la discusión del desdoblamiento de las elecciones 
bonaerenses de las nacionales, y la hipótesis sobre la candidatura 
presidencial de Vidal para reemplazar a Macri en la cabeza de lista de 
Cambiemos. Cada vez que el dólar desnuda las debilidades económicas del 
Gobierno, la figura de la mandataria provincial reaparece en el 
horizonte como una salida que permitiría sortear el entrampamiento 
actual de Cambiemos, atascado entre el desgaste de la crisis sobre la 
gestión y las escasas posibilidades de construir una campaña sin agenda 
positiva.
En los últimos dos meses las diferencias internas crecieron
 por el empeoramiento de la crisis y se transformaron en 
cuestionamientos sobre la conducción y diseño de la campaña del 
oficialismo, en manos de Peña. En el Gobierno aseguraron que las largas 
reuniones del ministro coordinador con Vidal y Larreta fueron para 
consensuar estrategias de campaña y también poner en marcha paliativos 
económicos ante el impacto de la recesión que, para los economistas que 
asesoran al Gobierno, se extenderá hasta fin de año.
De esos debates 
internos surgió el aval oficial para que la provincia de Buenos Aires 
busque destrabar el conflicto docente, que podría empeorar ante el 
inicio de una zona caliente para el operativo reelección de las tres 
principales figuras del PRO. En la línea de tiempo del equipo de campaña
 de Cambiemos, la “pre campaña” todavía no arrancó. Empezará cuando se 
oficialicen las candidaturas el 22 de junio. Sin embargo, es la primera 
vez en la conducción del PRO que, a 80 días de ese límite, el 
“laboratorio de campaña” no tiene certezas sobre el diseño de la campaña
 proselitista donde Macri jugará su futuro.
Además del derrotero 
económico, existe otra gran variable irresuelta: la candidatura de la 
expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Cerca de Peña dan por 
descontada su postulación, pero la ausencia de un hecho confirmatorio, 
le confiere a CFK la capacidad de guardarse “el factor sorpresa” que 
Vidal tuvo que resignar a la fuerza, cuando enterró a pedido de la Casa 
Rosada y por anticipado la posibilidad de reemplazar a Macri. Ese duelo 
sigue irresuelto en la intimidad del PRO, con un Presidente que habilitó
 a sus funcionarios a hacer consultas en el Poder Judicial para saber si
 es posible adelantar las elecciones nacionales, una versión que fue 
descartada por el Gobierno. No es la primera vez que Cambiemos hace 
sondeos para rebarajar calendarios. Hace pocos meses Vidal hizo lo 
propio, cuando envío a sus funcionarios a consultarle a la Corte 
bonaerense si había margen para desdoblar los comicios provinciales. 
Luego vino la avanzada de Peña, en nombre de Macri, para aniquilar ese 
plan que ahora reverdece por la fuerza del dólar. «
Las PASO en San Juan, con Uñac como favorito
Hoy
 habrá un nuevo test electoral en el extenso cronograma de votaciones 
provinciales que se extiende hasta la elección nacional de octubre. 
Ahora es el turno de San Juan, donde se celebrarán las PASO para definir
 el candidato a gobernador y del resto de los cargos políticos locales. 
La provincia está gobernada por el peronista Sergio Uñac, sucesor del 
patriarca José Luis Gioja desde 2015. Uñac logró un triunfo holgado en 
su primera presentación y aspira a revalidar con un resultado similar.
Su
 carrera hacia la reelección tiene el particular condimento de que su 
nombre ha sonado para ser candidato a la vicepresidencia, tanto de 
Roberto Lavagna como de Cristina Fernández.  El joven mandatario 
provincial juega al misterio con la posibilidad y ahora concentró sus 
energías en conservar el terruño.
La mayoría de los sondeos dan por 
descontada la victoria de Uñac en las primarias, que se celebran casi 
tres meses antes de las generales del 2 de junio. El principal rival del
 mandatario es Marcelo Orrego, intendente de Santa Lucía. Pertenece a la
 alianza Cambiemos pero, acorde con el clima de toma de distancia del 
presidente Mauricio Macri que recorre todas las elecciones locales, 
decidió competir con otro sello: "Con vos".
En las elecciones de 2017
 el peronismo quedó por encima del 50% de los votos y la oposición local
 quedó a 20 puntos de distancia. Todo indica que los resultados 
ratificarán esta tendencia.








