Fuga de dolares, 47.931 millones de dólares brutos y 22.148 millones en términos netos

El desequilibrio estructural de la economía sigue avanzando a pasos acelerados. El año pasado hubo una sangría de divisas equivalente a los peores momentos de la crisis internacional de 2009. La inversión productiva no aparece.Por Federico Kucher
La compra de dólares para atesoramiento fue el elemento principal de la salida de divisas en 2017.La compra de dólares para atesoramiento fue el elemento principal de la salida de divisas en 2017. El balance cambiario que entregó ayer el Banco Central indica que el año pasado se registraron compras de moneda extranjera por 47.931 millones de dólares brutos y 22.148 millones en términos netos
La compra de dólares para atesoramiento fue el elemento principal de la 
salida de divisas en 2017. El balance cambiario que entregó ayer el 
Banco Central indica que el año pasado se registraron compras de moneda 
extranjera por 47.931 millones de dólares brutos y 22.148 millones en 
términos netos, es decir, descontando las ventas de billetes en el 
mercado interno. El documento precisa que en diciembre se perdieron 5515
 millones de dólares brutos por compras del sector privado y la fuga fue
 de 2737 millones en números netos. Se trata de los niveles de fuga más 
elevados desde agosto de 2009, cuando estalló la crisis financiera 
internacional. El mes pasado hubo más de un millón de personas 
(1.040.000) que compraron dólares, cuando en meses anteriores la 
cantidad de clientes era cercana a los 800.000. El 96 por ciento de los 
que compraron fueron clientes minoristas.
El desequilibrio 
estructural de la economía sigue avanzando a pasos acelerados. El 
Central publicó ayer el balance cambiario de diciembre, en el que se 
muestra un fuerte aumento de la fuga de capitales por ahorro, pero 
también del rojo del turismo, de la salida de divisas por giro de 
utilidades y la falta de inversiones extranjeras directas, que se ubican
 en niveles idénticos a los registrados hasta 2015. El desajuste de las 
cuentas externas acumulado el año pasado compromete, según economistas, 
las posibilidades de crecer en el mediano y lago plazo.
El documento 
de la autoridad monetaria reflejó una fuerte pérdida de divisas por 
efecto de la cuenta turismo. El mes pasado se anotó un rojo en este 
sector de 824 millones de dólares en términos netos, mientras que la 
pérdida bruta fue de 1030 millones. A lo largo del año se registró un 
déficit de 10.662 millones de dólares en términos netos y de 12.663 
millones brutos. Para 2018 se espera que el desequilibrio de este sector
 continúe incrementándose. En playas de Uruguay, Brasil y Chile 
adelantan que esta temporada alcanzarán record de turismo argentino. Los
 precios en dólares en el exterior de ir comer afuera, hotelería y otras
 salidas de esparcimiento son hasta un 40 por ciento menores en relación
 con los valores locales y compensan el costo del pasaje.
El informe 
de balance cambiario del Central registró además una fuerte pérdida de 
dólares en actividades claves para la economía local. Se anotó una 
pérdida de 887 millones de dólares en el sector automotor en diciembre, 
mientras que el rojo del comercio fue de 482 millones, seguidos por 
maquinarias y equipos (463 millones), transporte (364 millones) e 
industria química, caucho y plástico (306 millones). En contraste, una 
de las actividades con superávit fue el sector de oleaginosas y 
cereales, que marcó un saldo positivo de 1680 millones de pesos. Estos 
datos ponen en evidencia las consecuencias de la apertura comercial. La 
industria, por las importaciones, registra un nivel cada vez más 
deficitario, mientras que los sectores dedicados a la exportación de 
materias primas siguen siendo los únicos con saldo favorable de 
comercio. La economía se reprimariza, pierde empleo y capacidad de 
producir.
Las inversiones extranjeras directas sumaron 299 millones 
de dólares en diciembre y acumularon 2497 millones en el año. La cifra 
resulta muy baja cuando se la compara contra el ingreso de inversiones 
de portafolio, que en lugar de tener fines productivos se destina a 
comprar instrumentos financieros de corto plazo como las Lebac. Este 
rubro registró una entrada de 1208 millones de dólares el mes pasado y 
de 15.783 millones en el acumulado del 2017. Esto implica que el país 
registró la llegada de unas 6 veces más capitales para especular que 
para invertir en la economía real.
En lo que refiere al giro de 
utilidades, en diciembre las multinacionales enviaron a sus casas 
matrices 283 millones de dólares y acumularon envíos por 2125 millones 
en el año. Se trata de otra fuente de pérdida de divisas de la economía 
local, en la cual se observa una de las fugas de capitales más elevadas 
en 30 años. Esto se debe a las medidas de desregulación financiera que 
se tomaron a lo largo del año pasado, para permitirle a distintos 
sectores comprar moneda en forma ilimitada, entrar y sacar dólares del 
mercado interno sin tiempos prudenciales y autorizar a los exportadores a
 dejar de liquidar sus ventas en el país.
Por el momento este rojo 
externo se compensa con un fuerte ingreso de deuda externa, que supera 
los 30 mil millones de dólares. El punto que marcan los economistas de 
distintas corrientes es que estos niveles de endeudamiento no son 
sostenibles en el tiempo y en algún momento habrá una crisis por la 
imposibilidad de seguir sosteniendo la fuga. Los problemas estructurales
 de la economía, concentrados en el frente externo, no se han resulto e 
incluso se potenciaron. El ajuste sobre el tipo de cambio será el 
principal factor de corrección.












