PERSONERÍA JURÍDICA MATRÍCULA 32264
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Defensa en equipo.Otro escándalo para Cambiemos

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Pagina 12: El secretario general de la Presidencia, Fernado de Andreis, de quien depende el funcionario acusado de ocultar 1,2 millones en Andorra, dijo que es un asunto "privado". La Oficina Anticorrupción pedirá informes sobre la situación de Díaz Gilligan, que en su defensa argumenta que no obtuvo rédito alguno por ser titular de la cuenta donde se depositó el dinero.Otro escándalo para Cambiemos.De Andreis, junto a Patricia Bullrich, en la conferencia de prensa en la que apoyó a su número dos. En medio de un nuevo escándalo que involucra a uno de sus funcionarios, el Gobierno se abroqueló en defensa de Valentín Díaz Gilligan, el subsecretario general de la presidencia, acusado de haber ocultado 1,2 millones de dólares en el paraíso fiscal de Andorra. Fernando de Andreis, su superior como secretario general de la Presidencia, salió a decir que “todo está a disposición de la justicia y de la Oficina Anticorrupción para que realice las investigaciones que sean necesarias” y que el Gobierno “está tranquilo con las explicaciones que viene dando” el funcionario, de quien negó que tenga vínculos con una empresa offshore.

De Andreis habló en Chapadmalal, adonde Macri y sus funcionarios viajaron para un “retiro” en el que planean revisar la gestión. La llegada a la costa los sorprendió con la revelación del diario El País de Madrid, que afirma que Díaz Gilligan ocultó el dinero, equivalente a 980 mil euros, a nombre de Line Action, una firma británica de intermediación de futbolistas. El hoy número dos de De Andreis se mantuvo en Line Action hasta el 3 de noviembre de 2014, cuando vendió su parte en la sociedad tras ser nombrado Director de Turismo del gobierno porteño once meses antes.
Díaz Gilligan se defendió alegando que le hacía un favor a Paco Casal, el hombre fuerte del fútbol uruguayo quien, según explicó el funcionario en diálogo con el diario español,“tenía problemas en su país y me pidió el favor. Tenía un juicio con el fisco que ganó y no podía figurar. Confiaba en él. La plata nunca fue mía. Además, yo no ejercía entonces cargo público. Era asesor y facturaba como autónomo”. Así, negó que el dinero fuese suyo y que figuró en la operatoria como una forma de ayudar al empresario uruguayo. “No obtuve compensación alguna por parte de la empresa mencionada. Ni sueldo, ni honorarios, ni dividendos. Ni durante ese período, ni tampoco posteriormente”, agregó a Télam sobre una información que definió como “falsa”, respecto de una empresa que se nutría de venta de jugadores uruguayos.
En esa misma línea ensayó hoy su defensa De Andreis al afirmar que su subordinado “no tiene ninguna empresa offshore ni nada que se le parezca, sino que asesoró a distintas compañías argentinas y extranjeras, y ésta es una de ellas”. Así las cosas, la Oficina Anticorrupción que conduce Laura Alonso pedirá a Díaz Gilligan que aclare la situación, "como viene sucediendo desde que somos gobierno", estimó De Andreis.
En principio, la OA solicitará permiso para que se abran los anexos reservados de las declaraciones juradas presentadas por Díaz Gilligan mientras fue funcionario en la órbita porteña y en la Nación. También pedirá “medidas de prueba” adicionales: el organismo quiere que la Banca Privada d´Andorra informe sobre la cuenta y cruzará datos a la Unidad de Información Financiera. En el pequeño país ubicado entre España y Francia rigió el secreto bancario hatsa hace un año.
"Según la ley vigente, los funcionarios deben declarar el patrimonio que poseen al momento de asumir el cargo y sus antecedentes laborales de los últimos 3 años", se justificaron desde la OA para avalar el procedimiento., que también incluye el pedido a la Ciudad "para que informe si, en ese ámbito, el funcionario estaba obligado a presentar declaraciones juradas y envíe copias de las mismas". Durante el paso de Díaz Gilligan por la Ciudad, cuando era asesor, se abrió la cuenta en Andorra, hace seis años, y se cerró recién dos años después.  
Ya llevaba casi un año en el área de Turismo cuando se apartó de Line Action. “No me parecía bien continuar, ya que ocupaba un cargo político. Tenía una exposición pública, no quería estar en una sociedad donde no tenía ningún control”, se defendió ante El País respecto y explicó que “no era ilegal” lo que hacía y “no me generaba ningún ingreso”.
Díaz Gilligan es un hombre vinculado al fútbol. No sólo por su amistad con Casal, uno de los hombres más poderosos del negocio en América Latina. Hoy ocupa un cargo de vocal en la comisión directiva de River y fue socio con Eduardo Spinosa, hoy presidente de Banfield, en dos empresas de eventos deportivos.

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16/02/2018 (2991)        compartir en facebook compartir en twitter compartir en G+ compartir en Whatsapp



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